La Legislatura de Florida, con mayoría republicana, aprobó este jueves la prohibición del aborto después de las seis semanas de embarazo.
La iniciativa fue apoyada por el gobernador republicano Ron DeSantis, en medio de la carrera presidencial de quien podrá será el principal oponente de Donald Trump.
Casi a la medianoche, el gobernador firmó la ley que cambió la normativa vigente de Florida y que prohibía hasta el momento los abortos después de las 15 semanas, informó la agencia AP.
Es así como DeSantis obtuvo una victoria política clave entre los votantes de cara a las primarias republicanas, mientras se prepara para lanzar una candidatura presidencial, basada en su marca nacional como abanderado conservador.
La medida también tuvo implicaciones más amplias para el acceso al aborto en todo el sur del país a raíz de la decisión de la Corte Suprema de EE.UU., el año pasado, de anular Roe vs Wade, un litigio judicial de 1973 en el que se dictaminó que la Constitución protege la libertad de una mujer embarazada para elegir abortar sin excesivas restricciones gubernamentales. Desde entonces las decisiones sobre el acceso al aborto están en el vórtice de litigios estatales.
Alabama, Louisiana y Mississippi prohibieron el aborto en todas las etapas del embarazo, mientras que Georgia censuró el procedimiento, después de que se pudiera detectar la actividad cardíaca, que es alrededor de las seis semanas.
“Tenemos la oportunidad de liderar el debate nacional sobre la importancia de proteger la vida y darle a cada niño la oportunidad de nacer y encontrar su propósito”, dijo la representante republicana Jenna Persons-Mulicka, quien aprobó el proyecto de ley en la Cámara.
Por su parte, el bando demócrata y los grupos a favor del aborto dijeron que la propuesta de Florida prohibiría casi todas las interrupciones, porque muchas mujeres aún no se daban cuenta de que estaban embarazadas a las seis semanas.
El proyecto de ley contiene algunas excepciones, incluso para salvar la vida de la mujer.
Los abortos de embarazos que involucraban violación o incesto estarían permitidos hasta las 15 semanas, siempre que la mujer tuviera documentación pertinente, como una orden de restricción o un informe policial.
Esta excepción fue calificada de sensata por DeSantis.
Los medicamentos utilizados en los abortos inducidos, que constituyen la mayoría de los que se brindaban a nivel nacional, solo se podían dispensar en persona o por un facultativo, según el proyecto de ley de Florida.
La prohibición de seis semanas de Florida entraría en vigencia solo si la prohibición actual de 15 semanas del estado se confirmara en un desafío legal en curso que se encontraba ante la Corte Suprema del estado, que está controlada por conservadores.
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