Denuncia mal procedimiento médico para la detección de cáncer en Cuba

La joven cubanoamericana Ángela Amalia Nochea denunció el mal procedimiento médico para la detección del cáncer en el caso de su hermana, una paciente que reside en Cuba.

La enferma de cáncer tiene 48 años, vive en el municipio Trinidad, en la provincia Sancti Spíritus. Durante más de un año fue diagnosticada con "fibromas" y ha sufrido una odisea para lograr que su padecimiento fuera detectado.

Sufrió una pérdida de peso alarmante, anemia, sangramientos, pero el médico que le atendía no buscó otras posibles patologías. "Fue remitida para cirugía para extirpar los supuestos fibromas y por una razón u otra se suspendía la cirugía a falta de recursos", cuenta Ángela en Facebook.

Cuando la enferma logró reunir todo para que le hicieran la cirugía, un directivo del hospital le indicó que debía decir que era el centro de salud el que había suministrado los insumos requeridos para la intervención. Ella se rehusó y la operación fue cancelada otra vez, con argumentos como: "salón contaminado".

La paciente sufría síntomas hemorroidales, pero el médico insistía en los fibromas sin examinarla. El estado físico y mental de la enferma empeoró cada vez más. Sufría dolores muy intensos que le causaban desmayos, y a pesar de esto, el especialista no buscaba otras causas.

Por si fuera poco, le orientaron una ecografía y la técnico que se la realizó le dijo que estaba embarazada, detallando incluso la cantidad de semanas. La paciente aseguraba que era imposible, pero la técnico insistía en que estaba embarazada.

"Afortunadamente llegó a cuerpo de guardia en malas condiciones y la doctora que la recibió se percata de que algo estaba mal. Decide revisar y encuentra un tumor colorrectal bastante grande que eran las supuestas hemorroides", comenta Ángela.

En ese momento la enferma fue remitida a Sancti Spíritus, donde tras 10 días de espera pudo conocer los resultados de los análisis. Su biopsia fue positiva a carcinoma. Aquí comenzó otra etapa de luchas dentro del precario sistema de salud pública cubano, pues solo en Santa Clara, Villa Clara, es posible tratar su caso.

"Una semana para cita con la Comisión Multidisciplinar en Sancti Spíritus, para que le remitan a otra comisión en Santa Clara, para que después de analizar su caso sea puesta en una lista de espera para recibir tratamiento", dijo Ángela

En el período de espera a la paciente le realizaron una colostomía y el hospital solo tenía cuatro bolsas disponibles. La paciente debe comprar en el mercado informal este importante insumo, que no existe en las farmacias de Cuba.

Tampoco hay en las farmacias, ni en los hospitales, el omeprazol y la ranitidina intravenosos que le orientan los médicos pues tras más de un año consumiendo estos medicamentos sufre gastritis severa.

Ángela denunció que el equipo con que deben darle el tratamiento de radioterapia a su hermana en Santa Clara es el único para pacientes de cáncer en toda la región central de Cuba y se encuentra fuera de servicio. "Supuestamente está roto hace más de un mes y no se sabe cuándo será arreglado".

"¿Será posible que eso sea cierto, o es una estrategia para obligar al paciente a pagar un tratamiento en un hospital, en un país que supuestamente es una potencia médica? ¿Cuántos pacientes tienen que morir en espera de que el gobierno de Cuba arregle los equipos médicos? ¿Cómo es posible que no haya dinero para eso y sí para construir más hoteles?", se preguntó Ángela.

Este caso no es el único en su provincia. Hay decenas de pacientes de cáncer en Cuba que están con cuidados paliativos porque no hay recursos en los hospitales para sus tratamientos.

Escambray indicó en febrero que el cáncer es la segunda causa de muertes en Sancti Spíritus.

Los datos de la Dirección Provincial de Salud indican que cada año fallecen más de 1,000 personas por esta causa en el territorio. Los cánceres de piel, pulmón y próstata son los que prevalecen. Se diagnostican alrededor de 2,000 casos nuevos de cáncer anualmente en esa provincia.

A inicios de abril se reportó el caso de un anciano de 85 años, enfermo de cáncer en la mandíbula, que no puede ser operado en Villa Clara por falta de médicos maxilofaciales.