La distribución de gas licuado se inició en Santiago de Cuba tras la llegada de un buque cargado con el combustible, en medio de severas restricciones en el suministro a la población durante al menos dos semanas.
Con la llegada del barco este martes al puerto santiaguero se prevé llenar unos 16,000 cilindros diarios, según declaró a la Agencia Cubana de Noticias (ACN) Reina Núñez, gerente general de la empresa Gas Cuba S.A en la provincia oriental.
La funcionaria aseguró la "preparación del capital humano y presencia de equipos de mantenimiento, en aras de garantizar el óptimo funcionamiento de la planta durante las próximas jornadas" y afirmó que para poder restablecer el servicio, que presenta un atraso considerable, ampliarán el horario laboral.
El suministro del gas licuado comenzaría este miércoles por los distritos Antonio Maceo, 26 de Julio y Abel Santamaría, de la ciudad cabecera, y posteriormente se extenderá al resto de las localidades, para cubrir los 80 puntos de venta de la provincia, informó Liset González, directora de la División Territorial de Comercialización de Combustibles Santiago de Cuba.
Antes de la descarga del combustible, la refinería de petróleo Hermanos Díaz realizó la comprobación y control de su calidad para proceder después a la carga de las pailas, de acuerdo con directivos de esa industria.
El buque prevé el abastecimiento de la región oriental del país antes de trasladarse a la capital.
Desde inicio de 2023, los cubanos han enfrentado el desabastecimiento de uno de los combustibles más empleados para la cocción de alimentos.
A mediados de marzo último, los residentes en La Habana hacían colas de hasta 200 personas para comprar gas licuado, mientras aguardaban por la distribución del producto en los puntos de venta.
Las personas debían reservar su lugar en la fila, incluso, sin la certeza de cuándo estaría disponible el servicio y acudir a los puntos de venta desde las cuatro o cinco de la madrugada para adquirir el producto.
En Pinar del Río y Camagüey, entre la falta de transporte y la nula disponibilidad de cilindros, los serios atrasos en la distribución del combustible impidieron a cientos de familias cocinar con este método.
En 2022 la crisis ya causaba malestar en la población que debía realizar largas filas diarias para poder comprar el gas licuado en medio de la crisis de los apagones.
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