Autoridades de La Habana enviaron a prisión al administrador de la bodega 1163, del municipio 10 de Octubre, por trasladar en un camión recolector de basura un lote de cajas de pollo que se venderían a la población.
El hombre enfrenta una acusación por propagación de epidemias, que puede ser sancionado con hasta ocho años de cárcel, según el Código Penal vigente.
La dirección del partido comunista en ese municipio convocó el viernes a una reunión al administrador del local, representantes de la Empresa Filial de Comercio, la directora de la Unidad Empresarial de Base, aseguró el gobierno local en un comunicado.
"El administrador de la unidad reconoció la comisión del hecho y su gravedad. Argumentó además, que el transporte destinado al traslado del pollo sufrió una rotura, lo que lo motivó a continuar el traslado en el primer medio de transporte que pasó", relataron.
La Fiscalía determinó que el hombre debe estar en prisión provisional, como medida cautelar, y es acusado del delito de propagación de epidemias, así como la infracción de las normas sanitarias establecidas para la transportación y preservación de los alimentos.
La investigación continúa y además se sancionó a la directora de la UEB, por su falta de control y fiscalización en el traslado del pollo congelado que venderían de manera liberada a los vecinos del consejo popular Jesús del Monte.
Este sábado se hizo viral el video, publicado por el medio independiente Diario de Cuba, en el que se veía a unas personas descargando cajas de pollo de un camión recolector de basura, en La Habana.
Varios internautas criticaron al gobierno por permitir este tipo de acción, poniendo en riesgo la salud de las personas, ya que estos vehículos no son los más adecuados para este tipo de operación.
Sin embargo, el comunicado no ofreció detalles sobre el verdadero rol del administrador de la bodega en la transportación del pollo, ya que por lo general son las entidades municipales quienes se encargan de contratar el servicio, mientras que las bodegas son meras receptaras y vendedoras del alimento.
A la espera de otros detalles que aclaren lo que realmente sucedió, queda demostrado la importancia de que la prensa independiente y la ciudadanía denuncien las irregularidades que detectan en el país, exponiendo los problemas persistentes y que afectan a la mayoría de los ciudadanos.
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