Ocho integrantes del Ballet de Camagüey (BC) se quedaron en España durante la reciente gira de la compañía, informó su directora, Regina Balaguer.
“Lamentablemente ahora se quedaron ocho bailarines”, admitió en declaraciones al periódico camagüeyano Adelante, al responder sobre el éxodo de miembros de la compañía durante su tercera gira por España, entre junio y agosto pasados.
“Tampoco los vamos a amarrar, cada cual es dueño de su vida”, sentenció la bailarina, maestra y regisseur cubana.
“Pero lo más importante es que terminaron el compromiso, excepto dos; hicieron gala de su desarrollo técnico artístico. Buscaremos alternativas”, aseguró.
Al referirse a cómo mantiene la solidez de la compañía que dirige a pesar de los abandonos de sus bailarines, Balaguer admitió que “es un problema complejo” y “en este momento mucho más intenso, pero el BC a lo largo de su historia ha tenido éxodos. Las personas aquí se desarrollan y luego van para La Habana, el extranjero u otro trabajo, por una cuestión de salarios y precios”, alegó.
Recordó que cuando era bailarina y Fernando Alonso dirigía el BC, “en una oportunidad se fueron 13 bailarines solistas, primeros solistas, y la compañía siguió. En el 94, de Monterrey regresaron 12, la compañía se quedó sin varones. A México fuimos en 2004 y se quedaron seis, pero en 2018 estuvimos en Suiza y en España y no se quedó nadie”.
La tercera gira del Ballet de Camagüey en España abarcó ocho semanas, del 16 de junio al 6 de agosto, en las que ofreció 43 funciones de El lago de los cisnes en el Teatre Apolo de Barcelona y del Teatro EDP Gran Vía de Madrid.
Los roles protagónicos estuvieron a cargo de los primeros bailarines Rosa María Rodríguez y Yanni García, con los solistas Shirley Suárez y Harold Báez. La adaptación coreográfica fue del regisseur y maître Rafael Saladrigas, a partir del original de Marius Petipá y Lev Ivánov, y la dirección del elenco de Balaguer.
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