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Presidente de Meliá en Cuba: “Hay que estar a las duras y las maduras”

“Seguimos creciendo en Cuba, con muchas ganas. Da gusto el trabajo que hemos hecho con las autoridades cubanas para el desarrollo del turismo en el país. Así que seguimos ahí”, afirmó Gabriel Escarrer.


El grupo hotelero español Meliá sigue apostando por aumentar su presencia en Cuba, a pesar del hundimiento del turismo internacional en la Isla.

Así lo hizo saber su presidente, Gabriel Escarrer, durante la Feria Internacional de Turismo FitCuba 2024, subrayando el compromiso de la multinacional hotelera con el desarrollo del sector en Cuba.

“Hay que estar a las duras y las maduras”, dijo Escarrer al NTV, utilizando un refrán popular que alude a la obligación moral de persistir en un proyecto a pesar de que corran malos tiempos.

Para el presidente de Meliá, “la apuesta por Cuba es incondicional y lo estamos demostrando desde el año 1989. Así que, sin lugar a dudas, compromiso absoluto”.

“Seguimos creciendo en Cuba, con muchas ganas. Da gusto el trabajo que hemos hecho con las autoridades cubanas para el desarrollo del turismo en el país. Así que seguimos ahí”, concluyó el presidente de Meliá Hotels International.

A pesar de aspirar a recibir 3.5 millones de turistas internacionales el pasado año, el régimen cubano se quedó más de un 30% por debajo de sus expectativas y ni siquiera llegó a los tres millones de turistas extranjeros en 2023.

Los 2,4 millones de visitantes internacionales que recibió Cuba el pasado año contrastan con los más de 6 millones de turistas internacionales que acogió en 2023 República Dominicana, un destino que se consolida como un líder en la industria del turismo en el Caribe. O con los más de 4 millones de visitantes que recibió solamente Cancún, en México.

Sin embargo, con estos datos en la mano, el régimen cubano y la multinacional española decidieron incrementar la presencia de esta última en la Isla. A mediados de enero, el primer ministro cubano, Manuel Marrero Cruz, inauguraba un nuevo hotel en Cuba, el Meliá Trinidad Península, de categoría cinco estrellas.

No nos cabe duda de que Cuba volverá a recuperar los niveles previos a la crisis y estará en mejores condiciones que nunca. Por eso, para nosotros es fundamental seguir mejorando nuestra cartera de hoteles en la isla, potenciando nuevas experiencias de calidad acorde a una demanda cada vez más exigente”, afirmó Escarrer en mayo pasado, anunciando la decisión de Meliá de gestionar cuatro nuevos hoteles en Cuba.

Cuba apenas alcanzó un 15.6 % de ocupación hotelera en 2022, pero en declaraciones a un medio español, el directivo anunciaba en la anterior edición de FitCuba que Meliá abriría dos hoteles y se gestionaría cuatro nuevas instalaciones en el país, tres hoteles en la capital y uno en Holguín.

En diciembre pasado, Meliá reabrió el histórico Hotel Sevilla en La Habana Vieja, que comenzó a dar servicios con nuevo nombre, Sevilla Habana Affiliated, un proyecto elegido por la compañía hotelera para introducir la marca Affiliated en el Caribe.

Las cadenas hoteleras, en especial Meliá, no escapan de la crisis de insumos y alimentos en el país, algo que también han padecido los viajeros junto con la escasez generalizada en el país, la suciedad y el ambiente opresivo que se respira en la Isla.

El régimen cubano ha reconocido los problemas que tiene el sector del turismo. Insuficiente conectividad aérea, impagos a proveedores que interrumpieron la cadena de suministros y dificultades para acceder al mercado internacional, entre otras, son las problemáticas que enfrenta el sector, según reconocieron en diciembre pasado autoridades del sector a la prensa oficialista.

Asimismo, admitieron que hubo una descapitalización del sector, provocada por la falta de personal para trabajar en hoteles e instalaciones turísticas, un problema del cual no mencionó las causas, aunque resulta evidente que están relacionadas con el éxodo masivo experimentado en la actual crisis migratoria.

La decadencia del sector que controla la cúpula militar y política del régimen a través del Grupo de Administración Empresarial S.A. (GAESA) es evidente. Sin embargo, la pérdida de atractivos turísticos que supone la crisis socioeconómica en Cuba (marcada por la escasez generalizada, la inseguridad y el ambiente opresor que se respira en la dictadura) no supone un motivo de preocupación para Gabriel Escarrer, que está “a las duras y las maduras”.

El ejecutivo español, que tiene vetada su entrada a Estados Unidos desde 2020 bajo las restricciones impuestas por el Título IV de la Ley Helms-Burton, sigue fiel a su proyecto de ser el principal socio del régimen en el sector turístico cubano.

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