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El economista cubano Pedro Monreal señaló un sombrío panorama económico para la Isla, diagnosticando un escenario de estanflación en 2024, en el cual la contracción del Producto Interno Bruto (PIB) se combina con una inflación de dos dígitos.
Según Monreal, lejos de los anuncios optimistas del ministerio de Economía y Planificación (MEP), los datos reflejan una economía marcada por desequilibrios estructurales y una "dura política de austeridad fiscal".
En un hilo publicado en la red social X, Monreal denunció que el MEP distorsiona la realidad al presentar como un "ordenamiento macroeconómico" lo que, en esencia, es un proceso de estanflación.
Según sus estimaciones, la economía cubana enfrentará un decrecimiento en 2024 acompañado de una inflación interanual de entre 25% y 30%. Aunque estas cifras representarían una moderación respecto a 2023, seguirían indicando un grave desequilibrio.
La estanflación es un fenómeno económico caracterizado por la coexistencia de inflación elevada y estancamiento o decrecimiento económico, lo que representa un desafío significativo para cualquier estrategia económica.
De manera enfática, Monreal subrayó que esta situación es incompatible con los supuestos avances macroeconómicos que defiende el régimen cubano.
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Austeridad fiscal como estrategia central
Uno de los puntos centrales del análisis de Monreal es la reducción del déficit presupuestario, que pasó de una proyección inicial de 147 mil millones de pesos para 2024 a un nivel de 29,7 mil millones en octubre.
Sin embargo, este aparente logro se alcanzó, según Monreal, mediante una aguda reducción del gasto público, en lugar de un aumento de los ingresos, como sería esperable en un entorno económico saludable.
El economista respaldó su análisis con cifras del comportamiento histórico del gasto público como porcentaje del PIB, que cayó de un 66% en 2017 a apenas un 39,2% en 2023, según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI).
Esto evidencia, en palabras de Monreal, una política de austeridad fiscal "de manual", implementada en un contexto de dos años consecutivos de contracción del PIB.
Impacto de la contracción del gasto público
Las consecuencias de esta reducción drástica del gasto público son visibles en el deterioro de los indicadores económicos y sociales.
La remuneración de los trabajadores como porcentaje del PIB, que en 2020 alcanzó un pico de 46,3%, se desplomó a solo 18,8% en 2023. Este indicador, también reportado por la ONEI, refleja la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores en un entorno de alta inflación.
En ese sentido, Monreal señaló que esta política de austeridad fiscal no solo profundiza los problemas económicos, sino que también exacerba las desigualdades sociales, en un país donde el salario promedio no alcanza para cubrir las necesidades básicas de la población.
Inflación persistente
A pesar de la reducción de la inflación esperada para 2024, Monreal subrayó que el nivel sigue siendo "muy alto".
En 2023, la inflación interanual alcanzó niveles superiores al 40%, como se observa en los datos de la ONEI, y aunque se proyecta una moderación, sigue expresando un desequilibrio estructural que afecta gravemente el acceso de los ciudadanos a bienes y servicios básicos.
Para el especialista, los anuncios del régimen cubano sobre un supuesto "ordenamiento" macroeconómico son una narrativa diseñada para desviar la atención de las severas medidas de austeridad que están en marcha.
La combinación de un decrecimiento económico con una inflación persistente refleja la incapacidad del gobierno para implementar reformas estructurales que aborden los problemas fundamentales de la economía cubana, concluyó Monreal.
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