La periodista Camila Acosta, del medio independiente CubaNet, fue interceptada en la tarde de este viernes por dos mujeres con mascarillas y vestidas de civil que le pidieron su carnet de identidad mientras transmitía en vivo en La Habana la procesión del Viernes Santo.
En el video se escucha como las dos mujeres, que dijeron ser del MININT pero que se negaron a mostrar sus credenciales y a decir sus nombres, exigieron a Acosta que les entregara su identificación oficial.
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“Nosotras somos del MININT”, se escuchó decir a una de las dos represoras durante el tenso diálogo, mientras la otra exigía que no las podía grabar.
Luego de chequear el documento, ambas se retiraron y dejaron a la periodista seguir su camino.
El incidente, ocurrido en la esquina de 11 y E, en El Vedado, tuvo un propósito claramente intimidatorio hacia la comunicadora independiente, que ha sido víctima de acoso sistemático en los últimos años, así como sometida a difamación en medios estatales.
Camila Acosta ha sido sometida en varias ocasiones a interrogatorios, así como a cercos policiales que le han impedido salir de su vivienda en varios días.
En abril de 2024 fue detenida en Cárdenas, Matanzas, cuando se dirigía a visitar a los familiares de varios presos políticos. En esa ocasión fue retenida en una estación de la PNR durante una hora y luego devuelta a su casa en La Habana por una caravana de patrullas.
Semana Santa en el ojo del huracán en Cuba
A pesar del clima de censura religiosa que persiste en Cuba, algunas comunidades católicas lograron este Viernes Santo realizar procesiones por las calles de sus localidades.
Estos eventos, que contaron con la autorización oficial, contrastan con otras expresiones de fe que fueron prohibidas a lo largo de la misma semana en diferentes ciudades del país, lo que ha vuelto a poner sobre la mesa el complejo y conflictivo vínculo entre el régimen cubano y la Iglesia Católica.
Una de las procesiones autorizadas fue la que estaba cubriendo Camila Acosta, que tuvo lugar en la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, ubicada en la céntrica calle Línea de El Vedado.
Preguntas frecuentes sobre la represión en Cuba y la Semana Santa en La Habana
¿Qué ocurrió durante la transmisión en vivo de Camila Acosta en la Semana Santa de La Habana?
Durante la transmisión en vivo de la procesión de Semana Santa en La Habana, la periodista Camila Acosta fue interceptada por agentes del MININT vestidos de civil. Estas personas le exigieron que entregara su carnet de identidad sin identificarse adecuadamente, en un acto claramente intimidatorio. Después de revisar sus documentos, la dejaron continuar su camino.
¿Por qué el gobierno cubano permite algunas procesiones y prohíbe otras durante la Semana Santa?
El gobierno cubano permite algunas procesiones religiosas mientras prohíbe otras, reflejando un control estricto y selectivo sobre las expresiones de fe pública. Aunque ciertas actividades religiosas reciben autorización oficial, como la procesión en la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús en El Vedado, otras son vetadas sin justificación clara, como el Solemne Viacrucis en La Habana. Esta dualidad pone de manifiesto la relación conflictiva entre el régimen y la Iglesia Católica en Cuba.
¿Quién es Camila Acosta y cuál es su situación como periodista en Cuba?
Camila Acosta es una periodista independiente cubana que ha enfrentado acoso y represión sistemática por parte del gobierno cubano. Ha sido detenida en varias ocasiones, sometida a interrogatorios y restricciones de movimiento. Su labor periodística, centrada en visibilizar la represión y las injusticias en Cuba, la ha convertido en un blanco frecuente de las fuerzas de seguridad del Estado.
¿Cómo se manifiesta la represión del régimen cubano durante eventos religiosos?
El régimen cubano utiliza restricciones y control para limitar las expresiones religiosas públicas. Durante eventos como la Semana Santa, el gobierno impone prohibiciones a ciertas procesiones y actividades religiosas, mientras que permite otras bajo estricta supervisión. Este enfoque refleja su desconfianza hacia las manifestaciones religiosas y su intento de mantener el control social y político.
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