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Cubadebate lanzó recientemente el podcast "De Moscú a La Habana", en colaboración con la agencia estatal rusa Sputnik, como un espacio que, según sus conductores, pretende “acercarnos a los temas de la agenda internacional”.
Conducido por la periodista cubana Claudia Fonseca y el comunicador ruso Oleg Leonov Armas, el proyecto se presenta como un puente entre dos “países amigos” para analizar el panorama global desde una alternativa.
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Sin embargo, para muchos usuarios cubanos en redes sociales, el estreno no fue recibido con entusiasmo, sino con una avalancha de críticas, sarcasmo y desconcierto. Más que un ejercicio periodístico, buena parte del público percibe el podcast como un esfuerzo propagandístico alineado con los intereses geopolíticos de los gobiernos de La Habana y Moscú, y desconectado de las preocupaciones reales del pueblo cubano.
Una agenda que ignora lo urgente
El primer episodio del podcast abordó temas como la guerra de aranceles entre Donald Trump y China, las denuncias de fraude electoral en Ecuador por parte del presidente Daniel Noboa y los avances en la cosmonáutica rusa. Para muchos internautas, esta selección confirma que "De Moscú a La Habana" está más interesado en la narrativa global de sus aliados que en la crítica situación nacional.
"¿Y Ucrania? ¿No está en la agenda del podcast? ¿Y por qué?", señaló una internauta, cuestionando la omisión del conflicto más relevante para la política exterior rusa.
Otro agregó con ironía: “¿Por qué no hacen un podcast con los problemas que marcan la agenda nacional, que son muchos aunque ustedes no lo pongan en ningún medio?”. En el mismo tono, criticó la falta de enfoque local. “Tengo un catalejo, con él la luna se ve, Marte se ve… pero el meñique del pie no se me ve”.
Un comentario fue más explícito en su crítica. “¿De qué se trata? ¿Es humorístico también?. En tanto otra persona agregaba: “Mientras, la parte caribeña sigue cayéndose a pedazos, y la parte euroasiática promete y promete y nada. Su pelea en Ucrania es más importante, y su relación con el dictador naranja norteamericano más rentable”.
Entre el sarcasmo, la desconfianza y la nostalgia
Otros comentarios ahondaron en la crítica ideológica y cultural. "¿Por qué no lo llaman como el homónimo 'Juego 9550'? Es la distancia entre La Habana y Moscú. Se nota la nostalgia de la antigua colonia", ironizó un internauta.
Una persona comentó que esta es una segunda edición simbólica, aludiendo con sorna a la propaganda soviética promovida en la Cuba revolucionaria: “La trajeron para promocionar nuestros puros. Recuerda que somos el mismo público”.
El escepticismo también tocó los supuestos beneficios materiales de la alianza con Rusia. Alguien escribió: "¿Qué tan cierto es la colaboración y ayuda de Rusia a Cuba para este 2025? Me lo habías mencionado, pero no lo creo. Este año no he visto avance alguno en la economía".
Pese al tono general crítico, también hubo reacciones favorables como la de un usuario, quien felicitó a los presentadores con un escueto: “Excelente programa, hermanos”.
¿Una propuesta informativa o una vitrina ideológica?
De Moscú a La Habana parece formar parte de la estrategia oficialista para reforzar la alianza entre La Habana y Moscú, no solo en términos diplomáticos y económicos, sino también discursivos.
No es la primera vez que medios estatales cubanos colaboran con plataformas internacionales alineadas ideológicamente, pero este podcast se produce en un momento particularmente sensible: con Cuba enfrentando una grave crisis interna, escasez generalizada y creciente descontento social.
Lejos de ofrecer un espacio de reflexión plural, las voces ciudadanas coinciden en señalar que los temas tratados poco tienen que ver con la agenda nacional, y que este tipo de contenidos refuerzan la desconexión entre el poder mediático y la ciudadanía.
Mientras los dirigentes miran hacia Eurasia, los cubanos piden a gritos atención a lo que ocurre en sus calles, en sus hogares y en sus platos vacíos. Por ahora, "De Moscú a La Habana" ha logrado lo que pocos programas estatales: volverse viral. Pero lo ha hecho como blanco de críticas, no como referente informativo.
Preguntas frecuentes sobre el podcast "De Moscú a La Habana" y su contexto
¿Qué es el podcast "De Moscú a La Habana" y quiénes lo conducen?
"De Moscú a La Habana" es un podcast lanzado por Cubadebate en colaboración con la agencia estatal rusa Sputnik. Está conducido por la periodista cubana Claudia Fonseca y el comunicador ruso Oleg Leonov Armas, y busca abordar temas de la agenda internacional desde una perspectiva alineada con los intereses de los gobiernos de Cuba y Rusia.
¿Por qué ha sido criticado el podcast "De Moscú a La Habana" en las redes sociales?
El podcast ha sido criticado por ser percibido como un esfuerzo propagandístico alineado con los intereses geopolíticos de los gobiernos de La Habana y Moscú. Los usuarios consideran que ignora las preocupaciones reales del pueblo cubano y se centra en temas internacionales que no reflejan la crítica situación nacional.
¿Cómo se relaciona el podcast con la situación actual de la alianza Cuba-Rusia?
El podcast "De Moscú a La Habana" forma parte de la estrategia oficialista para reforzar la alianza entre La Habana y Moscú. En un contexto de profunda dependencia económica y política de Cuba hacia Rusia, este tipo de contenido busca consolidar la conexión ideológica y discursiva entre ambos países, especialmente en momentos de crisis interna en la isla.
¿Qué temas se trataron en el primer episodio del podcast y por qué generaron polémica?
El primer episodio del podcast abordó temas como la guerra de aranceles entre Trump y China, denuncias de fraude electoral en Ecuador y los avances en la cosmonáutica rusa. La elección de estos temas generó polémica porque los usuarios esperaban un enfoque más local y relevante para las necesidades urgentes de los cubanos, en lugar de una narrativa alineada con los intereses de sus aliados políticos.
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