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Ocho cubanas que permanecían bajo custodia del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE) celebran haber sido puestas en libertad, tras varias semanas en centros migratorios del sur de la Florida.
Todas fueron arrestadas durante lo que inicialmente consideraron citas rutinarias en las oficinas de ICE, y enfrentaban el riesgo de deportación al no contar con permiso definitivo de trabajo ni resolución favorable de sus solicitudes de asilo.
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Las detenidas, con casos aún pendientes en corte, transitaron durante dos meses por varios centros para migrantes hasta que el martes pasado quedaron en libertad.
Arresto y encierro inesperado
Las mujeres, portadoras de notificaciones I-220A -documento que señala la obligación de comparecer ante un juez de inmigración-, fueron detenidas sin previo aviso cuando acudían a sus citas de seguimiento.
Según relataron a Telemundo 51, les colocaron grilletes y cadenas en la cintura, un procedimiento que, aunque contemplado en el protocolo de detención de ICE, les generó gran impacto emocional.
Beatriz Monteagudo, de 25 años y la última en recuperar la libertad, describió que las trataron como si hubiesen cometido un delito enorme. "Sé que es el procedimiento, pero para mí lo más traumático fue eso".
Monteagudo, que está libre bajo fianza gracias a que un equipo legal asumió su caso de manera gratuita, llegó a compartir espacio en uno de los centros con 18 mujeres más, todas con la misma incertidumbre de no saber qué pasaría con ellas.
Intervención política y apoyo de la congresista Salazar
El jueves, las ocho mujeres se reunieron con la congresista de Florida María Elvira Salazar, quien esta semana celebró la liberación de las ocho jóvenes cubanas.
Salazar dijo a Telemundo que los congresistas del sur de Florida están tratando de explicar a la administración Trump las diferencias entre los distintos estatus migratorios de las personas que han entrado de forma irregular a Estados Unidos.
"Estoy segura de que mientras el tiempo pase la situación se va a entender más", afirmó.
La política cubanoamericana anunció que en junio volverá a presentar la Ley Dignidad. "Esa ley va a ser salomónica y revolucionaria, y ahí va a incluir a la gente de la 220A", recalcó.
Obstáculos en el camino al asilo
La abogada de inmigración, Liudmila A. Marcelo, reveló que las ocho cubanas fueron detenidas de forma aleatoria, y explicó que su estrategia de defensa debe tener como primera opción la defensa del caso de asilo.
"Hay que prepararlo bien, porque los jueces están pidiendo cada vez más evidencias. Y la otra opción es que la demanda que existe para que sea considerada un parole, prospere", subrayó.
Incertidumbre y esperanzas
Con el respaldo legal de la congresista Salazar y de organizaciones comunitarias en Miami, las ocho mujeres se preparan ahora para sus audiencias ante los jueces de inmigración.
De resultar favorables sus alegatos, obtendrán el derecho a permanecer en Estados Unidos, trabajar legalmente y, eventualmente, acceder a la residencia permanente.
Mientras tanto, han vuelto a la vida en comunidad con sus familias, pero bajo vigilancia estricta: deben reportarse periódicamente ante ICE y cumplir condiciones de libertad supervisada.
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