La venta del pan normado en la provincia de Ciego de Ávila se ha restringido a días alternos, ante la crítica situación en el suministro de harina de trigo, que actualmente apenas cubre el 50% de la demanda necesaria para mantener el servicio diario a la población.
Según informaron a Invasor Alfre Menéndez Pérez, gobernador de Ciego de Ávila, y Yadier Pérez Téllez, coordinador de Programas Agroalimentarios del Gobierno provincial, el esquema de distribución establece que esta semana se venderá el pan los días lunes, miércoles, viernes y domingo. En la siguiente semana, el turno corresponderá a los días martes, jueves y sábado, en una rotación que busca equilibrar la escasez.
La medida forma parte de los esfuerzos del gobierno local por mantener activo un servicio considerado esencial, en un contexto de profunda crisis de abastecimiento que también afecta otras provincias del país.
Una crisis nacional del pan normado
La situación de Ciego de Ávila no es aislada. En Artemisa, el pan también se entrega en días alternos y se elabora con mezclas de boniato, yuca y calabaza para extender el uso de la poca harina disponible. Además, se han firmado convenios con entidades privadas para importar pequeñas cantidades del producto.
En Guantánamo, las autoridades limitaron la distribución del pan normado a menores de 13 años y centros sociales priorizados. Mientras tanto, los precios del pan liberado en el sector privado se han disparado, generando fuertes críticas entre los ciudadanos.
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En Mayabeque, el pan llega en ciclos de hasta cuatro días y con menos gramaje, mientras se recurre al uso de hornos de leña por los constantes apagones. La calidad del producto también se ha visto comprometida.
Casos similares se reportan en Santiago de Cuba, donde la producción está prácticamente paralizada; en Cienfuegos, donde se reconoce el uso de harina envejecida; y en Camagüey, donde la población permanece sin acceso al pan normado de forma regular.
Incertidumbre y malestar ciudadano
En todo el país, la población ha reaccionado con preocupación ante lo que perciben como una normalización del racionamiento extremo. Las promesas de mejora "a fin de mes" se repiten sin concreción, mientras miles de familias dependen de un alimento que debería estar garantizado por la canasta básica.
La falta de soluciones concretas y sostenibles profundiza la incertidumbre y el malestar ciudadano, especialmente entre los sectores más vulnerables. En muchos hogares, el pan normado representa no solo una necesidad diaria, sino una referencia del deterioro constante en la calidad de vida.
Preguntas frecuentes sobre la crisis del pan en Cuba
¿Por qué se vende el pan en días alternos en Ciego de Ávila?
El pan se vende en días alternos en Ciego de Ávila debido a la escasez de harina de trigo, que actualmente solo cubre el 50% de la demanda necesaria para mantener el servicio diario. Esta medida busca equilibrar la escasez y mantener activo un servicio esencial en medio de una profunda crisis de abastecimiento.
¿Cuáles son las medidas adoptadas en otras provincias de Cuba para enfrentar la crisis del pan?
En otras provincias como Artemisa y Guantánamo, el pan se elabora con mezclas de boniato, yuca y calabaza para extender la harina disponible, y su distribución se limita a sectores vulnerables. En Santiago de Cuba, la producción está prácticamente paralizada, mientras que en Cienfuegos y Camagüey, se utiliza harina envejecida y se enfrentan apagones que complican la producción. Las autoridades han implementado esquemas de distribución rotativos y racionamiento extremo.
¿Cómo ha reaccionado la población ante la crisis del pan en Cuba?
La población ha reaccionado con preocupación y malestar ante la crisis del pan, percibiendo una normalización del racionamiento extremo y falta de soluciones concretas. La escasez afecta especialmente a los sectores más vulnerables, y las promesas de mejora no se han concretado, lo que profundiza la incertidumbre y el descontento ciudadano.
¿Qué impacto tiene la escasez de pan en la calidad de vida de los cubanos?
La escasez de pan afecta directamente la calidad de vida de los cubanos, ya que el pan normado es un alimento básico en la dieta diaria. Su falta genera incertidumbre alimentaria, agrava las condiciones de vida, especialmente en los hogares más vulnerables, y es un reflejo del deterioro constante de la situación económica y social en el país.
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