
Vídeos relacionados:
Doce gobiernos, entre ellos los de Cuba, Rusia, Irán, Venezuela, Corea del Norte y Nicaragua, respaldaron recientemente la adopción de una convención de la ONU contra el ciberdelito, y aprovecharon para exigir una gobernanza digital centrada en la “soberanía estatal” y alejada de las “injerencias extranjeras”.
En una declaración conjunta difundida el pasado miércoles por sus misiones diplomáticas en la ONU, estos países —no precisamente célebres por la transparencia informativa o la libertad digital— celebraron la aprobación de la nueva Convención Internacional contra el Ciberdelito, impulsada por Rusia y negociada bajo la presidencia de Argelia, reportó el oficialista periódico Granma.
Según los firmantes, se trata de un “acuerdo universal sin precedentes” que busca combatir el uso del ciberespacio con fines criminales.
Sin embargo, entre los temas que más resaltaron no estuvo el combate a hackers o estafas online, sino la urgencia de frenar lo que llaman “injerencias digitales extranjeras”.
La visión compartida por La Habana, Moscú y Teherán pone el acento en una gobernanza cibernética basada en el respeto a la soberanía, el rechazo al control de las redes por “potencias con reglas unilaterales” y la exigencia de que actores privados —como grandes tecnológicas— no tengan poder sobre lo que ocurre en la red.
El documento critica de forma implícita el uso de tecnologías “con fines inconsistentes con la paz”, como la promoción de protestas, el acceso a internet libre a través de redes satelitales o el apoyo a activistas en regímenes autoritarios.
Lo más leído hoy:
Aunque no lo dicen abiertamente, el mensaje va dirigido contra proyectos como Starlink, que han permitido el acceso a información sin filtros estatales en lugares como Ucrania, Irán o Cuba.
La convención, que se abrirá a firmas en 2025 en Hanoi, propone nuevos marcos legales para la cooperación judicial en delitos digitales, incluido el intercambio de pruebas electrónicas.
No obstante, existe el riesgo de que este tipo de convenios, dependiendo de la legislación interna de cada país, sirvan no solo para combatir delitos informáticos, sino también para reprimir la disidencia o censurar contenidos incómodos bajo el pretexto de la ciberseguridad.
Entre las propuestas más llamativas del texto se encuentra la creación de un Mecanismo Permanente de Seguridad de las TICs bajo la égida de la ONU, que sustituya al actual grupo de trabajo multilateral. La intención es consolidar un “marco institucional estable” que garantice que los temas de ciberseguridad se aborden desde el multilateralismo, y no desde las “imposiciones tecnológicas del norte global”.
La declaración fue firmada por los gobiernos de Rusia, Cuba, Venezuela, Irán, Corea del Norte, Nicaragua, Bielorrusia, Egipto, Irak, Kirguistán, Laos y Burkina Faso.
Todos ellos han sido señalados en diferentes momentos por restringir el acceso libre a internet, vigilar a sus ciudadanos o ejercer censura digital sistemática.
Un diplomático latinoamericano, citado sin nombre, lo resumió sin rodeos: “Esta convención permite recuperar el control desde un enfoque soberano y multilateral”.
El tipo de control, claro está, dependerá del mapa político de cada firmante.
Moscú usa a Cuba como trampolín digital hacia América Latina
En enero pasado, una investigación publicada por el portal independiente YucaByte, bajo el título "Rusia utiliza a Cuba como puente estratégico para expandir su influencia tecnológica en América Latina", reveló cómo el Kremlin ha intensificado su presencia digital en la región a través de una alianza estratégica con el régimen cubano.
El reportaje detalla cómo la Isla no solo actúa como receptora de tecnologías rusas, sino también como canal de penetración hacia otros mercados del continente.
La investigación centró su atención en la presentación de la Plataforma Rusia-Cuba durante la Feria Internacional de La Habana (FIHAV-2024), un proyecto que tiene como objetivo implementar tecnologías digitales en la Isla y, desde allí, facilitar su expansión hacia América Latina.
Este enfoque, según las fuentes empleadas por YucaByte, incluye desde soluciones en ciberseguridad y educación digital hasta herramientas fintech, con un claro componente geopolítico.
Según ejecutivos de GenIT, una firma rusa de software citada en el informe, Cuba representa un entorno ideal para esta estrategia por su cercanía política con Moscú, su historial de colaboración bilateral y su creciente necesidad de soluciones tecnológicas básicas.
Además, se destacó que la baja exigencia en capital humano especializado y la disposición del gobierno cubano a operar fuera de las restricciones impuestas por Occidente facilitan la implementación del modelo.
La alianza no se limita al ámbito comercial o académico. El Ministerio de Comunicaciones de Cuba propuso incluso la creación de un Centro Nacional de Ciberseguridad con apoyo ruso, y la incorporación de instituciones cubanas como la CUJAE y la UCI a redes de desarrollo en inteligencia artificial promovidas por los BRICS+.
Esta conexión tecnológica estrecha fortalece el papel de la Isla como pieza clave en la arquitectura digital del Kremlin en la región.
El reportaje también subraya que el modelo propuesto por Rusia podría generar nuevas formas de dependencia digital para Cuba, al tiempo que plantea interrogantes sobre el uso que el régimen podría dar a herramientas avanzadas de vigilancia, almacenamiento de datos y censura.
Aunque presentadas como medidas de modernización, muchas de estas tecnologías tienen potencial para reforzar el control estatal sobre la información y la actividad ciudadana en línea.
Finalmente, el análisis de YucaByte conecta esta nueva etapa de cooperación con antecedentes históricos, como la antigua base de espionaje soviética de Lourdes, y recuerda que la influencia rusa en el ámbito de la ciberseguridad no es nueva.
La novedad está en la dimensión digital del control y en cómo la Isla, asediada por la crisis y las sanciones, se ha vuelto nuevamente un enclave estratégico para los intereses geopolíticos de Moscú.
Preguntas frecuentes sobre el acuerdo de ciberseguridad entre Cuba y sus aliados
¿Cuál es el objetivo principal del acuerdo de ciberseguridad firmado por Cuba y otros países?
El acuerdo busca combatir el uso del ciberespacio con fines criminales, pero también se centra en exigir una gobernanza digital que respete la soberanía estatal y se oponga a las injerencias digitales extranjeras.
¿Cómo afecta este acuerdo a la libre expresión y el acceso a internet en Cuba?
Este tipo de convenios podría ser utilizado por el gobierno cubano para reprimir la disidencia o censurar contenidos incómodos bajo el pretexto de la ciberseguridad, restringiendo aún más la libre expresión y el acceso a internet.
¿Qué países han firmado el acuerdo de ciberseguridad junto con Cuba?
El acuerdo fue firmado por Rusia, Irán, Venezuela, Corea del Norte, Nicaragua, entre otros, todos ellos conocidos por su falta de transparencia y restricciones a la libertad digital.
¿Qué papel desempeña Rusia en la estrategia de ciberseguridad de Cuba?
Rusia utiliza a Cuba como trampolín digital hacia América Latina, facilitando la implementación de tecnologías digitales y expandiendo su influencia en la región a través de la cooperación tecnológica y la ciberseguridad.
¿Por qué es controvertido el uso de Starlink en Cuba?
El uso de Starlink es considerado ilegal por el gobierno cubano ya que permite el acceso a internet sin control estatal, lo que representa una amenaza al monopolio de ETECSA y a la censura gubernamental, según las autoridades cubanas.
Archivado en: