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El joven universitario Geyler Mendoza Sánchez, alumno de Historia del Arte en la Universidad de Oriente, denunció públicamente una campaña de desinformación institucional desde el perfil oficial de esa casa de estudios, en relación con los pronunciamientos estudiantiles por las tarifas abusivas de ETECSA.
En una publicación compartida en su perfil de Facebook bajo el título "Aclaración Necesaria", Mendoza afirmó que la carrera de Historia del Arte sí se sumó a los reclamos por el alto costo del acceso a internet en Cuba, contradiciendo una nota publicada por la universidad en redes sociales que catalogaba como "falsa" dicha participación estudiantil.
“La Carrera de Historia del Arte de la Universidad de Oriente se sumó al reclamo, esto es cierto. Esta información es conocida por nuestros profesores y la FEU”, aseguró el joven, quien se identificó como bairense, con orgullo de su origen mambí.
Mendoza criticó duramente que se usara el perfil oficial de la universidad para negar un hecho real, traicionando así la confianza de la comunidad universitaria.
“Utilizaron el perfil de la Universidad de Oriente para decir que la información que circula sobre la carrera de Historia del Arte es falsa. Es un bochorno. Traicionan la confianza de miles de usuarios”, escribió indignado.
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El estudiante destacó que los valores con los que fue formado, tanto en su familia como en la escuela, le impiden quedarse callado ante lo que considera una falta de ética institucional.
“Jamás mentir. Eso para mí es una gran ofensa como universitario. ¿Dónde está el ejemplo?”, cuestionó.
También expresó que usó su voz para visibilizar cómo las tarifas de ETECSA afectan a sectores vulnerables, como los adultos mayores que dependen de internet para conseguir medicamentos, y lamentó que se intente minimizar el reclamo estudiantil.
“Yo soy un joven universitario, futuro trabajador de este país, y es a causa de dichos valores, de dicha molestia que redacto esta publicación para llamar a conciencia. Recuerden que nosotros somos el futuro de este país. Y esto no es un slogan”, recalcó.
La declaración de Mendoza se suma a una creciente ola de malestar en centros universitarios cubanos, donde cada vez más estudiantes denuncian la represión, el silencio institucional y el intento de deslegitimar cualquier disenso.
El domingo último, los estudiantes de Historia del Arte que actualmente cursan tercer y cuarto año en la Universidad de Oriente rechazaron públicamente las medidas impuestas por ETECSA, y expresaron que no aceptarán "migajas" que benefician a unos pocos.
En un comunicado difundido en redes sociales, más de la mitad de los estudiantes de Historia del Arte manifestaron su decisión de sumarse al reclamo de otros universitarios del país contra el monopolio de las comunicaciones en Cuba y afirmaron no estar siendo manipulados por ningún medio externo.
En el texto consideraron que las medidas de restringir las recargas nacionales son un "atropello" y las alternativas de ETECSA de ofrecer wifi y datos a los estudiantes solo beneficia a unos pocos.
En los últimos días, las denuncias por parte de estudiantes universitarios en Cuba se han multiplicado, reflejando un creciente malestar por las tarifas impuestas por ETECSA y el manejo institucional de las protestas.
Un grupo de estudiantes de la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana hizo pública una declaración en la que acusaban a ETECSA de imponer tarifas abusivas que afectan su acceso a la información y a la comunicación con familiares.
En el mensaje, subrayaron su derecho a protestar y a organizarse, y rechazaron cualquier intento de manipular su postura como producto de intereses externos.
Pocos días después, la Facultad de Matemática de esa misma universidad desconvocó un paro estudiantil previamente acordado, alegando presiones y temores ante posibles represalias.
Aunque se detuvo la acción colectiva, quedó claro que el inconformismo persiste entre los estudiantes, quienes cuestionan la falta de transparencia en el manejo de estas situaciones.
Al mismo tiempo, surgieron reportes que señalaban la presencia de agentes de la Seguridad del Estado en inmediaciones de las universidades, lo que generó un ambiente de tensión e intimidación.
Algunos activistas denunciaron directamente el acoso de oficiales vestidos de civil, así como la vigilancia en redes sociales contra quienes habían mostrado su apoyo a las protestas o publicado mensajes críticos.
Preguntas frecuentes sobre la protesta estudiantil contra el tarifazo de ETECSA en Cuba
¿Por qué los estudiantes de la Universidad de Oriente están protestando contra ETECSA?
Los estudiantes de la Universidad de Oriente están protestando contra ETECSA debido a las tarifas abusivas de internet, que consideran un atropello a su derecho a la comunicación. Las nuevas medidas restringen severamente las recargas nacionales y solo benefician a un pequeño grupo, lo que genera desigualdad social. Los estudiantes exigen tarifas más justas y un acceso equitativo a las tecnologías de la información.
¿Qué acciones han tomado los estudiantes contra el tarifazo de ETECSA?
Los estudiantes han realizado comunicados públicos rechazando las medidas de ETECSA y han amenazado con sumarse a un paro universitario si no se revocan las tarifas. Los estudiantes han exigido respuestas concretas y soluciones dentro de un plazo de cinco días, y han expresado su disposición a unirse a un paro académico si sus demandas no son atendidas.
¿Cómo ha reaccionado la Universidad de Oriente ante las denuncias de los estudiantes?
La Universidad de Oriente ha sido acusada de intentar deslegitimar las protestas estudiantiles al negar públicamente la participación de la carrera de Historia del Arte en los reclamos contra ETECSA. Esta acción ha sido criticada por estudiantes como Geyler Mendoza Sánchez, quien señala que la universidad traiciona la confianza de la comunidad universitaria al tergiversar los hechos.
¿Qué impacto tiene el tarifazo de ETECSA en los estudiantes cubanos?
El tarifazo de ETECSA limita el acceso de los estudiantes a internet, una herramienta vital para su desarrollo académico y profesional. Las restricciones afectan la comunicación con sus familias y el acceso a información necesaria para sus estudios, lo que genera un sentimiento de indignación y malestar entre los jóvenes universitarios.
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