Azael Martínez Sánchez, ciudadano cubano de 47 años, fue arrestado en una playa de Florida tras ser sorprendido con una lata de cerveza abierta, lo que derivó en que las autoridades locales notificaran a ICE y se emitiera una orden de detención migratoria en su contra.
El incidente, ocurrido en New Smyrna Beach, en el condado de Volusia, ha llamado la atención y generado polémica por la manera en que una infracción menor escaló a un caso federal de inmigración.
La infracción que desató el proceso
El incidente ocurrió el viernes 13 de junio, poco después de las 3:30 p.m. (hora local), cuando un agente que patrullaba la playa de New Smyrna Beach, vio a Martínez Sánchez sosteniendo una lata de cerveza Modelo Especial de 355 ml (12 onzas), abierta y sin sellar.
Según el medio local Fox Orlando, el "agente del condado de Volusia observó a Azael Martínez Sánchez con una lata de cerveza abierta (una violación de las reglas de la playa), y lo detuvo”.
Las imágenes de la cámara corporal del agente muestran el momento en que Martínez Sánchez fue colocado bajo custodia.
En el video se puede oír claramente al oficial decir: “Desafortunadamente, tengo que llevarlo a la cárcel de la sucursal. Necesito que se dé la vuelta y ponga las manos en la espalda”.
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El detenido se encontraba en ese momento en compañía de otro joven, sentado en la parte trasera de una camioneta y junto a una neverita.
Normativas locales y primer contacto con ICE
El condado de Volusia, como muchas otras jurisdicciones de Florida, prohíbe la posesión y consumo de bebidas alcohólicas en sus playas públicas.
Esta norma se enmarca dentro de las leyes estatales sobre “contenedores abiertos”, que restringen el consumo de alcohol en espacios públicos.
No obstante, lo que convirtió esta detención en un caso federal fue la actuación posterior del agente.
Según indica la declaración jurada del arresto, el oficial “envió por correo electrónico una copia del informe a Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) 'después de creer razonablemente que el acusado se encuentra en el país ilegalmente'”.
La oficina del sheriff confirmó que también se comunicó con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE).
Este organismo verificó que Martínez Sánchez tenía una orden de detención migratoria activa.
En palabras de Fox Orlando, fue el agente quien "informó el incidente a ICE para solicitar una orden de detención”.
Interrogatorio e historial migratorio
Durante el interrogatorio, los agentes recabaron información que fue incluida en la declaración jurada del caso.
Algunas de las preguntas y respuestas registradas fueron las siguientes:
¿Cuándo entró al país? — Enero de 2023.
¿Cómo entraste al país? — Avión.
¿Por dónde entró al país? — Florida.
¿En qué otros estados estuviste antes de Florida? — En ninguno.
Este intercambio reforzó las sospechas del agente de que Martínez Sánchez se encontraba en el país de manera ilegal, lo que motivó la notificación al ICE y el eventual arresto federal.
Contexto institucional: El papel de las autoridades locales en la inmigración
En una publicación de febrero, la oficina del sheriff del condado de Volusia había aclarado su política frente a la inmigración: “Hemos notificado proactivamente a ICE cuando identificamos a un criminal que creemos que está en este país ilegalmente”.
En esa oportunidad, agregaron que “las fuerzas del orden locales no estaban autorizadas anteriormente a desempeñar un papel directo en la aplicación de la ley migratoria”.
Este caso ilustra cómo bajo un enfoque de cooperación entre autoridades locales y federales -como el que mantiene Florida ahora- una infracción menor puede desembocar en la activación de procedimientos migratorios que potencialmente pueden llevar a la deportación del detenido.
La citada fuente precisó que, hasta este lunes, Azael Martínez Sánchez permanecía detenido en la cárcel del condado de Volusia, bajo custodia, mientras el ICE coordina su situación migratoria.
Hasta el cierre de esta nota, no han salido a la luz detalles adicionales, que ha llamado la atención pública debido a la desproporción percibida entre la infracción inicial -una simple lata de cerveza abierta- y las graves consecuencias que derivaron de ella.
Si bien las autoridades actuaron dentro del marco legal, la historia suscita debate sobre la criminalización de conductas menores y el uso de estas como vía de entrada a procesos migratorios severos.
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