Un nuevo testimonio desde Cuba volvió a poner en evidencia la crisis energética y la vida diaria marcada por los apagones. La usuaria @darlingmores compartió en TikTok un video de 29 segundos titulado: “Así es un día cuando hay electricidad en Cuba”, donde describe la rutina forzada que impone la falta de servicio eléctrico y de agua en muchas zonas del país.
“A nosotros nos ponen la corriente de 2 a 3 horas diarias, máximo, y a veces nos dejan hasta 24 horas sin electricidad”, relató la creadora en su publicación. “El día que hay corriente, como tenemos mucha ropa acumulada y todo atrasado, y casi nunca tenemos agua, ese día es una locura: hay que cocinar casi para la semana entera, lavar, limpiar, fregar, y ese día usted termina reventada, con los pies hinchados, acostada en su cama tumbada; y al otro día es como si te hubieran dado tremenda entrada a palos”, agregó.
La grabación, que muestra parte de su cocina con electrodomésticos conectados, acumula más de 14,000 “me gusta” y cientos de comentarios, entre ellos expresiones de asombro, solidaridad y también críticas. “Me he vuelto adicta a los vídeos que tengan que ver con Cuba, a pesar de su situación me gusta la energía que transmiten”, escribió una usuaria. Otro internauta comentó: “Qué mal que sea así en pleno 2025, ¿cómo podemos ayudarlos?”.
Un reflejo de la crisis energética
Este video se suma a otros testimonios virales que documentan la misma realidad. El pasado 7 de julio, la usuaria @briana_matancera relató en TikTok: “Cuando hay corriente tienes que hacerlo todo a la vez”, mientras mostraba cómo aprovechaba unas pocas horas de electricidad para cocinar, lavar y cuidar a su hijo.
Estas escenas cotidianas se producen en medio de apagones prolongados y déficits históricos de generación. Ayer, la Unión Eléctrica reportó una afectación máxima de 1,799 megavatios y un déficit inmediato superior a 1,500 MW al amanecer, con pronósticos que alcanzaron hasta 1,862 MW en el horario pico, cifras que confirman el colapso del sistema eléctrico nacional.
La escasez de combustible, averías en varias termoeléctricas y la falta de mantenimiento siguen agravando una crisis que no muestra señales de mejora, mientras los ciudadanos continúan enfrentando la incertidumbre diaria de no saber cuántas horas dispondrán de luz o agua en sus hogares.
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Preguntas frecuentes sobre la crisis energética en Cuba
¿Cómo afecta la crisis energética a la vida diaria en Cuba?
La crisis energética en Cuba afecta gravemente la vida diaria de sus ciudadanos. Los apagones son frecuentes y pueden durar hasta 30 horas o más, lo que obliga a las personas a realizar todas sus actividades cuando hay electricidad. Esto incluye cocinar para varios días, lavar ropa y realizar tareas domésticas esenciales en poco tiempo. La falta de electricidad también afecta la conservación de alimentos, provocando que se echen a perder debido a la falta de refrigeración.
¿Por qué se producen apagones tan prolongados en Cuba?
Los apagones en Cuba se deben a varios factores. La escasez de combustible, las averías en las termoeléctricas y el deterioro de la infraestructura energética son las principales causas de los cortes de electricidad prolongados. A pesar de las promesas de mejora por parte del gobierno, la situación continúa empeorando, afectando tanto a las ciudades como a las zonas rurales.
¿Cómo se adaptan los cubanos a la falta de electricidad y agua?
Ante la falta de electricidad y agua, los cubanos han desarrollado diversas estrategias de adaptación. Muchas personas recurren a cocinar con leña o carbón, almacenar agua cuando está disponible y realizar múltiples tareas durante las pocas horas de electricidad. Algunos también utilizan plantas eléctricas, aunque requieren combustible, que es escaso. La creatividad y la resiliencia son clave para sobrellevar estas dificultades diarias.
¿Qué impacto tiene la crisis energética en la alimentación en Cuba?
La crisis energética tiene un impacto significativo en la alimentación en Cuba. La falta de electricidad impide la correcta conservación de los alimentos, lo que provoca que se descompongan rápidamente. Además, la escasez de recursos y los altos precios dificultan la adquisición de alimentos, agravando la situación de inseguridad alimentaria en el país.
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