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Ucrania conmemora este 24 de agosto el 34 aniversario de su independencia de la Unión Soviética, proclamada en 1991, en medio de la guerra desatada tras la invasión rusa de 2022.
La fecha más importante del calendario nacional llega marcada por la devastación y el sacrificio de millones de ucranianos, pero también por las muestras de solidaridad internacional, especialmente de Estados Unidos y líderes democráticos occidentales, que han reiterado su compromiso con la soberanía de Kiev.
Felicitaciones desde Washington
Con motivo de la efemérides, líderes occidentales enviaron mensajes de respaldo a Ucrania. Entre ellos, el presidente de Estados Unidos hizo llegar una carta oficial en la que subrayó el espíritu inquebrantable del pueblo ucraniano y la necesidad de alcanzar una paz justa y duradera.
En la misiva se lee:
“En nombre del pueblo estadounidense, extiendo mis felicitaciones y los más cálidos deseos para usted y para el valiente pueblo de Ucrania al celebrar 34 años de independencia.
El pueblo de Ucrania tiene un espíritu irrompible y el coraje de su país inspira a muchos. Al conmemorar este día importante, sepan que Estados Unidos respeta su lucha, honra sus sacrificios y cree en su futuro como nación independiente.
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Ahora es el momento de poner fin a las muertes sin sentido. Estados Unidos apoya un acuerdo negociado que conduzca a una paz duradera y estable, que ponga fin al derramamiento de sangre y salvaguarde la soberanía y la dignidad de Ucrania.
Que Dios bendiga a Ucrania.”
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, respondió en la red social X (antes Twitter) agradeciendo las palabras de la Casa Blanca y remarcando la importancia del respaldo de Washington:
“Estimado @POTUS, gracias por sus sentidas felicitaciones en el Día de la Independencia de Ucrania. Apreciamos sus amables palabras hacia el pueblo ucraniano y agradecemos a Estados Unidos por estar hombro con hombro con Ucrania en la defensa de lo más valioso: la independencia, la libertad y la paz garantizada. Creemos que, trabajando juntos, podemos poner fin a esta guerra y lograr una paz verdadera para Ucrania”.
Este cruce de mensajes refleja no solo la dimensión simbólica del aniversario, sino también la relevancia estratégica de una accidentada y estratégica relación bilateral en el contexto del conflicto bélico más grave en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
La independencia de 1991 y la herencia soviética
El 24 de agosto de 1991, el Parlamento ucraniano proclamó la independencia tras el colapso de la URSS. Aquella decisión histórica fue ratificada meses después en un referéndum en el que más del 90% de los votantes respaldó la ruptura definitiva con Moscú.
La independencia llegó acompañada de enormes desafíos: el país heredó una economía devastada y el tercer mayor arsenal nuclear del mundo, compuesto por miles de ojivas estratégicas. Esa realidad convirtió a Ucrania en un actor clave en el escenario geopolítico de la posguerra fría.
El Memorándum de Budapest y la perfidia rusa
En 1994, Kiev acordó entregar su arsenal nuclear a Rusia a cambio de garantías de seguridad.
El Memorándum de Budapest, firmado por Estados Unidos, Reino Unido y Rusia, establecía que esos países se comprometían a respetar la independencia, soberanía e integridad territorial de Ucrania, absteniéndose del uso de la fuerza o de cualquier forma de coerción económica (ver en Wikipedia).
Sin embargo, en 2014 Moscú violó abiertamente ese compromiso con la anexión ilegal de Crimea y, en 2022, con la invasión a gran escala del territorio ucraniano, que continúa hasta hoy.
Esa traición ha sido calificada por Kiev como un acto de perfidia histórica, que no solo puso en entredicho los acuerdos internacionales, sino que demostró el cinismo de un Kremlin dispuesto a incumplir sus propias promesas.
La invasión rusa es, por tanto, no solo una guerra de agresión, sino una afrenta directa a la arquitectura de seguridad global que buscaba evitar que el desarme nuclear derivara en vulnerabilidad para los países que aceptaron renunciar a esas armas.
Dos años de guerra y resistencia
A más de dos años del inicio de la invasión, Ucrania ha resistido con firmeza, apoyada por sus aliados occidentales.
La guerra ha dejado miles de muertos, millones de desplazados y una infraestructura nacional gravemente dañada. Pese a ello, la resistencia ucraniana ha demostrado una capacidad de organización y sacrificio que ha inspirado al mundo.
Zelenski ha insistido en que su país no renunciará ni a la independencia ni al derecho soberano de decidir su futuro. Para Kiev, aceptar concesiones territoriales significaría legitimar la agresión y abrir la puerta a futuras invasiones.
Un aniversario en tiempos de guerra
El 34 aniversario de la independencia encuentra a Ucrania en un momento crucial: fortalecida en su identidad nacional, dependiente de la ayuda militar y económica de Occidente, y decidida a resistir a un enemigo que incumplió todos sus compromisos.
El mensaje de Washington y la respuesta de Zelenski muestran que, a pesar de la tragedia, el país no está solo. La independencia de 1991 no fue solo una declaración política, sino un proyecto nacional que hoy se defiende en los campos de batalla y en la arena diplomática internacional.
En palabras de Zelenski, la independencia y la libertad son “lo más valioso”. Y este aniversario confirma que el pueblo ucraniano, lejos de rendirse, continúa luchando por preservar ambas.
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