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Una vivienda de dos niveles se desplomó la noche del jueves en la ciudad de Artemisa, sin que se reportaran víctimas fatales, aunque sí importantes daños materiales, según confirmaron fuentes locales.
El derrumbe ocurrió alrededor de las 8:00 p.m. del 5 de septiembre en un inmueble ubicado en la Calle 56, entre 29 y 31, en el municipio cabecera de la provincia Artemisa. De acuerdo con testigos, la estructura del segundo piso colapsó sobre el garaje, que servía como planta baja.
“La vivienda habitable de dos niveles colapsó completamente y solo quedó visible el segundo nivel, sin ocasionar daños a sus propietarios”, declaró al Artemiseño Yansel López Muñoz, segundo jefe del Grupo de Operaciones de la Cruz Roja en la provincia.
López Muñoz explicó que al lugar acudieron de inmediato efectivos del Cuerpo de Bomberos, el Sistema Integrado de Urgencias Médicas (SIUM), personal de la Cruz Roja y representantes del Consejo de la Administración Municipal.
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Si bien no se reportaron lesionados, testigos afirmaron que un residente habitual del inmueble se encontraba en las cercanías en el momento del colapso. Hasta el momento, no se ha confirmado oficialmente su presencia en el interior de la vivienda durante el incidente.
Dentro del garaje, que constituía la planta baja, se encontraba un automóvil que resultó completamente atrapado bajo los escombros.
Las autoridades orientaron a los vecinos damnificados sobre el protocolo a seguir, debido al riesgo estructural en la zona, y está pendiente la evaluación técnica por parte de la Guardia de Arquitectura del municipio.
El suceso pone en evidencia el estado crítico del fondo habitacional en Cuba, especialmente en zonas urbanas donde muchas viviendas son levantadas sin los correspondientes estudios técnicos que avalen su seguridad.
Una provincia marcada por colapsos constructivos recientes
El derrumbe de la vivienda biplanta en Artemisa no es un hecho aislado, sino parte de un panorama alarmante que evidencia el deterioro creciente del fondo habitacional en esa provincia del occidente cubano.
En noviembre de 2024, durante el paso del huracán Rafael, un equipo de aire acondicionado industrial del cine Juárez fue arrancado por los fuertes vientos y cayó sobre una vivienda cercana, destruyendo por completo su techo.
La propietaria del inmueble denunció públicamente la falta de respuesta inmediata de las autoridades y la demora en enviar una grúa para retirar los escombros. Afortunadamente, tampoco se reportaron heridos en ese suceso.
El ciclón Rafael, que impactó Artemisa con categoría 3 y vientos de hasta 185 km/h, dejó un rastro devastador: techos arrancados, viviendas completamente destruidas, cosechas perdidas y miles de evacuados en municipios como Alquízar y Güira de Melena.
Varias familias quedaron literalmente sin hogar y solo sobrevivieron gracias a evacuaciones de último momento. El hospital provincial sufrió daños y una torre de iluminación del estadio de béisbol colapsó.
Más allá de los fenómenos meteorológicos, los derrumbes por falta de mantenimiento son también frecuentes en Artemisa. En septiembre de 2022, se desplomaron las escaleras de un edificio multifamiliar en Mariel tras múltiples denuncias ignoradas por las autoridades.
Meses antes, una tormenta local severa en Candelaria provocó el colapso de 20 viviendas, entre derrumbes parciales y totales, afectando a más de 50 personas.
Estos hechos, sumados al más reciente colapso en la ciudad cabecera, reflejan una crisis estructural prolongada, agravada por la desidia institucional y la falta de recursos para mantener, reparar o reforzar las edificaciones en riesgo.
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