El deporte, esa manifestación que reúne los sentimientos y pasiones en pos de victorias y récords, también tiene sus aristas negras, las menos, que a veces empañan los eventos.
Uno de los deportes que más atención capta en el planeta Tierra, es el béisbol, y dentro de los muchísimos eventos que durante todo el año se desarrollan en el mundo, el Clásico Mundial de Beísbol, es uno de los más seguidos.
En el pasado Clásico Mundial, se dio un hecho, muy lamentable por cierto, en el cual dos equipos se fueron a las manos, en un partido que desde que se embasó el primer hombre en bases comenzó a "calentarse".
Sin embargo, a pesar de las evidentes "provocaciones", el juego fue fluyendo, no sin sustos, y con mucha permisividad arbitral, hasta que con un juego ya decidido, y a punto de recogerse los bates,el pitcher mexicano le lanzó por el medio de la espalda una pelota a un bateador canadiense. Previamente, le había lanzado bien pegado, y hubo miradas, pero cuando fue golpeado la reacción del afrentado no se hizo esperar.
Ambas bancas se vaciaron, y tuvo lugar un bochornoso espectáculo, que esperamos no se repita en este 2017.
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