El pelotero cubano Yasiel Puig se despojó anoche de la mala fortuna que lo había venido acompañando desde el Spring Training, y finalmente pudo hacer lo que desde hace ya un buen tiempo no hacía: hacer rugir a todo el estadio de los Dodgers.
Luego de un controvertido strike que pareció molestarle y sacarlo de paso, el cienfueguero le puso aplomo y ganas al siguiente envío del pitcher Trevor Cahill, perteneciente a la organización de los Padres de San Diego, y con un swing descolgado sacó un batazo que, desde el contacto de la bola con el madero, todo el estadio supo que se iría más allá de las cercas.
El cubano se quedó mirando la bola, con el bate en la mano, y luego lo "depositó" suavemente en el suelo, para ni siquiera provocar a sus rivales con uno de sus famosos bat-flip. Fue este el primer jonrón de Puig en la temporada 2017 de Grandes Ligas.
El cubano además conectó un imparable, y terminó bateando de 3-2.
imagen: Los Ángeles Dodgers/Twitter
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