Para nadie, mucho menos para Nereida, esa cubana tan inteligente y preocupada por el bienestar del ser humano, es un secreto que el cambio climático es real.
Sin embargo, y a pesar de que las estadísticas lo aseveran, cada dia nuestro planeta está "más caliente".
Los seres humanos encontraron la solución en la regulación de los llamados gases de efecto invernadero, pero Donald Trump, presidente del principal país emisor de esos gases a la atmósfera, Estados Unidos, dice que eso es "un invento de los chinos," y está a punto de "salirse" del Pacto Ambiental de París.
¿¡Y esa gracia?!, se cuestiona Nereida alarmada.
"¿Qué le vamos a dejar a las futuras generaciones?", pregunta Nereida.
Según ella, desaparecerian las paleticas de mango; los pescados saldrán ya fritos del mar, y las lagartijas andarán con la lengua afuera todo el tiempo.
"¿Ese es el mundo que queremos?", vuelve a preguntarse Nereida entre sollozos, espantada ante imágenes como las de un poste eléctrico cayéndole atrás a un perro para que lo mee, o donde las personas no se abracen por temor a quemarse.
¡Relájate un poco Trump!, pide ella humildemente, recordándole que él viajó recientemente a París, se la pasó genial y todo pagado por los impuestos de los ciudadanos estadounidenses.
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