El asalto a mano armada en Río a los nadadores estadounidenses Ryan Lochte, James Feigen, Gunnar Bentz y Jack Conger ha quedado desbaratado según los vídeos aportado por la policía brasileña.
Según la información proporcionada por el diario 'Folha de Sao Paulo' fue un guardia quien apuntó a los deportistas de EEUU, quienes se negaron a costear los desperfectos que ocasionaron en un baño de una estación de servicio. De esta forma quedaría descartada la versión de un asalto a punta de pistola a catgo de unos delicuentes.
Las autoridades brasileñas, de la mano del inspectos Alexandre Braga y el jefe de la Policía Civil, Fernado Silva; han explicado en una rueda de prensa el altercado que tuvieron los nadadores en la madrugada del pasado domingo. Según han comunicado los miembros olímpicos de Estados Unidos viajaban en un taxi y pararon en una gasolinera para ir al baño.
Los encargados de la estación de servicio apuntaron, según la citada publicación, que los nadadores "orinaron en el jardín y en la pared lateral del local", en lugar de hacerlo en el baño. La reacción del taxista fue negarse a seguir el viaje y fue el momento en que la Policía tuvo que intervenir, momento en que los norteamericanos abandonaron el lugar tras pagar los servicios al chófer del taxi.
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