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Ganaderos en Holguín son obligados a abandonar las tierras y vender sus animales

Se rumorea que se quiere destinar dichas tierras a la siembre de caña de azúcar, las mismas que los campesinos habían recibido en usufructo por el Estado cubano.

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Este artículo es de hace 6 años

El pasado mes de mayo, varios ganaderos de la zona rural La Guillermo del municipio San Germán, Holguín, fueron despojados de sus tierras, según un reporte publicado en Diario de Cuba.

Aunque aún no está confirmado, se rumorea que se quiere destinar dichas tierras a la siembre de caña de azúcar, las mismas que los campesinos habían recibido en usufructo por parte del Estado cubano varios años atrás.

Algunos afectados, entrevistados para el reportaje, dieron muestras de su profundo desconcierto.

"No solamente nos quitaron las tierras, también nos bloquearon poniendo guardias en las salidas por donde pasaba el ganado para ir a pastar", dijo Gabriela, esposa de uno de los ganaderos del lugar. "Dicen que van a sembrar las tierras de caña de azúcar, algo que sabemos no va a funcionar porque los terrenos no se adaptan a ese cultivo", agregó.

Según Gabriela, "no quedó más remedio que vender las 33 vacas y los siete terneros que teníamos. No era la solución más adecuada, pero tampoco podíamos dejar morir a esos pobres animales que no tienen culpa de las decisiones de los jefes".

Por su parte, el hijo de Gabriela, de 28 años, comentó que lo que le hicieron a su padrastro Damián Quiala, de 60 años de edad "es una injusticia".

"Veremos cómo enfrentaremos la nueva vida", dice el joven. "Yo nací en el campo y solo conozco de labores agrícolas".

Para Gabriela, no hubo consideración por parte del gobierno a los años y el trabajo echados en esas tierras: "Hay cosas que me molestan: no tuvieron en cuenta la intensa sequía que veníamos enfrentando y que, así y todo, jamás dejamos de entregar entre 15.000 y hasta 16.000 litros de leche al año".

Otro de los ganaderos, Rodolfo Teruel Batista dijo que a él le "pasó lo mismo que a Damián Quiala. Solo tengo 15 vacas y las estoy pastoreando en las orillas de los canales, pero ya me dijeron que no lo puedo seguir haciendo".

"Ya las vendí, pero aún las tengo hasta que el campesino que me las compró logre crear las condiciones para llevárselas. Están bajando de peso y temo que mueran de hambre", agregó.

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