Las autoridades puertorriqueñas llevan toda la madrugada monitoreando el fallo encontrado en el cierre de las compuertas de una presa en el lago Guajataca, que este viernes amenazaba con reventar e inundar los poblados de Quebradillos e Isabela. Ayer viernes cerca de 70.000 personas recibieron la orden de ser evacuadas en ómnibus y con urgencia para evitar una tragedia. Sin embargo, doce horas después sólo se ha registrado una rotura de 24 pulgadas en el sistema de cierre de la represa y ya hay quien cuestiona la decisión de desalojar a tantas personas, porque aseguran que, incluso si hubiera estallado, el agua nunca habría alcanzado algunos puntos de esos dos poblados.
Según informa el periódico local El Nuevo Día, la decisión de desalojar la zona se tomó después de que la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) inspeccionara la presa y detectara los fallos en las compuertas. Sin embargo, de las 70.000 personas que fueron llamadas a dejar sus casas sólo 320 lo hicieron en Quebradillas e Isabela, los dos pueblos con alerta de inundación decretada por el Servicio Nacional de Meteorología.
La explicación de por qué se ha producido una alarma innecesaria de la población la han encontrado las autoridades municipales: un área erosionada cerca de la represa ha ayudado a que el agua encuentre otra salida.
Este sábado a primera hora de la mañana, las autoridades puertorriqueñas inspeccionarán la zona.
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