El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, habló este sábado en la VIII Cumbre de las Américas, en Lima, Perú, y dijo que "Cuba no aceptará amenazas ni chantajes del Gobierno de los Estados Unidos, no cederá ni un milímetro en sus principios y no negociará nada de sus asuntos internos".
Rodríguez, que encabeza la delegación cubana, cuestionó la democracia del evento: ¿De qué democracia y valores se habla aquí?, aseguró.
El canciller cubano llegó este viernes a Perú sin Raúl Castro. El mandatario de la Isla decidió a última hora, y sin anunciarlo, que Bruno lo representaría.
En su encendido discurso, cuestionó el embargo económico, valoró la actual administración de Donald Trump como un retroceso y alertó a latinoamerica de que "en las campañas electorales en EE.UU. no hay límites éticos y se promueve el odio, la calumnia, el racismo y la xenofobia".
Refiriéndose a las elecciones en Cuba, donde los Castros cederán la presidencia después de seis décadas, aseguró que las jóvenes generaciones, junto al Partido Comunista de Cuba, celebrarán la victoria frente a la agresión de Playa Girón.
Asimismo arremetió contra el presidente de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, de quien dijo que sus acciones buscan restaurar a escala continental el “neoliberalismo salvaje”.
La delegación cubana en el foro continental, una de las más numerosas en el evento, se dedicó durante toda la semana a sabotear las intervenciones de todo aquel que intentara cuestionar el totalitarismo y la falta de libertades en la Isla.
"Nosotros advertimos con tiempo que no íbamos a permitir la presencia aquí de mercenarios", dijo Mirthia Julia, la vocera de la coalición 15 integrada por la delegación cubana enviada por el Gobierno en representación de una supuesta "sociedad civil".
Cuba no quiso dialogar. "Con Cuba no se metan" fue uno de los lemas en esta VIII Cumbre de las Américas.
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