El senador cubanoamericano Marco Rubio se enfrentó a un periodista de Granma, el órgano oficial del Partido Comunista de Cuba, durante un debate en Lima, Perú, como parte de VIII Cumbre de las Américas.
Sergio Gómez, el periodista que viajó a Lima con la delegación oficialista enviada por el Gobierno de Raúl Castro a la Cumbre, preguntó a Rubio si seguiría aceptando dinero de la Asociación Nacional del Rifle de Estados Unidos para su campaña.
Este le explicó que vivía en un país de libertad y que seguiría apoyando a dicha organización porque muchos de sus votantes también lo hacían y que si esto cambiara la gente tenía la opción de decidirlo en las urnas.
"Hay personas en mi país que no están de acuerdo con la manera en que se ha interpretado la segunda enmienda de la constitución de Estados Unidos y si esas personas están en desacuerdo con ese tema tienen el derecho a votar en contra de mí", dijo.
El cubanoamericano aprovechó entonces para explicarle al joven oficialista qué significaba vivir en una sociedad libre y donde los ciudadanos tienen derecho al voto.
"Lo único que deseo para Cuba y para Venezuela y para todos los países es que las personas que tengan deferencias puedan decidirlo en las urnas y no con la violencia", aseguró.
Asimismo le dijo que se alegraba de que puediera participar de un debate libre. Rubio lamentó además como en Cuba y Venezuela la gente no podía decidir nada.
El Gobierno de Raúl Castro envió a Lima una delegación que se ha dedicado durante toda la Cumbre a sabotear las ponencias de quienes tenían algo que decir en contra de sus intereses.
La líder del grupo de los cubanos, Mirthia Julia Brossard Oris, dijo que ellos lo advirtieron, que no dialogarían con "mercenarios" y que "con Cuba no se metan", uno de los lemas favoritos en cada uno de los escándalos que han protagonizado.
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