El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel ha enviado un mensaje a los cuadros del Partido Comunista de Cuba: no va a admitir que sean "achantados" y "lentos". Así lo aseguró en la asamblea de balance anual del Ministerio de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, en la que describió lo que él entiende por un directivo ideal: tiene que ser "proactivo".
En un discurso de una hora de duración, Díaz-Canel señaló que los cuadros del Mincex tienen que tener exigencias "excepcionales" como "sensibilidad hacia los problemas del país e inquietud revolucionaria". En esta línea pidió que "se escuche a los que más saben", informa Juventud Rebelde.
"Deben caracterizarse por la sensibilidad ante los problemas del país, la inquietud revolucionaria y la seriedad", recalcó.
En opinión del sucesor de Raúl Castro, los cuadros del Partido "deben actuar con transparencia y ética".
Al parecer, la realidad va por otro lado. En la misma reunión, Díaz-Canel reconoció la necesidad de "aligerar la carga burocrática" que hay en Cuba, especialmete en todo lo que tiene que ver con comercio exterior e inversiones.
En este punto, hizo un llamamiento a crear "un ambiente más favorable para los inversionistas extranjeros".
Asimismo, criticó "la acumulación de cuentas por cobrar vencidas", según recoge el diario Granma.
Díaz-Canel cree que la capacitación de los cuadros sigue siendo un problema que su Gobierno no logra resolver, así como "la lentitud y complejidad de los trámites".
Tampoco ha avanzado en la solución del problema del transporte, abastecimiento de agua, vivienda o la recogida de basura en el país. Durante su Gobierno se ha agravado la escasez de alimentos en Cuba.
Desde el último trimestre del año pasado persisten los problemas con la producción de pan en el país. Tampoco hay aceite, huevos o carne. Las largas colas y las neveras vacías avivan el fantasma del periodo especial.
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