La publicación de un artículo en la prensa oficialista, amenazando de forma velada con retirar la custodia a madres y padres que no inculquen a sus hijos “el amor a la Patria”, desató una tormenta de reacciones entre los cubanos, dentro y fuera de la Isla.
Bajo el titular "¿Cuál es la responsabilidad de madres y padres respecto a sus hijas e hijos menores de edad?", publicado este lunes 12 de mayo en Granma, el régimen cubano volvió a amenazar a madres y padres conque pueden perder la custodia de sus hijos si no cumplen con lo que define como su deber de inculcarles “valores patrióticos”.
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La nota publicada este martes en CiberCuba al respecto reflejó un rechazo masivo, emocional y profundamente crítico hacia lo que muchos consideran una forma más de control ideológico extremo y represión familiar.
Más de 3,000 comentarios en la página de Facebook de este medio reflejaron en menos de 24 horas la aversión mayoritaria de la sociedad civil cubana hacia prácticas y códigos legales con los que el régimen pretende fortalecer su control en tiempos de una “continuidad” que utiliza la “patria”, la “revolución” y el “socialismo” como credenciales para legitimar su poder totalitario en su proceso de mutación hacia un capitalismo de Estado sin democracia.
Desde testimonios de padres que crían en soledad a sus hijos en condiciones precarias, hasta mensajes de exiliados que denuncian la separación forzada de sus familias, las voces cubanas hicieron evidente su hartazgo ante lo que perciben como un abuso del poder estatal.
“Mis hijos no son del Estado”
Entre las frases más repetidas en las reacciones está una afirmación tajante: “Mis hijos son míos”.
Una madre escribió: “No le pedí permiso a nadie para traerlos al mundo... no le pido nada a nadie para mantenerlos ni cuidarlos, así que por favor, sentido común”. En la misma línea, otra sentenció: “Mis hijos son míos. ¡Abajo la dictadura!”.
Cientos de internautas se volcaron cargados de dignidad parental ante una narrativa oficial que, bajo el pretexto del deber patriótico, sugiere que el Estado tiene autoridad moral y legal para decidir cómo se debe educar y sentir desde el núcleo familiar.
“Amamos la patria, no la dictadura”
El concepto de “amor a la Patria” fue duramente cuestionado por muchos usuarios, que coincidieron en que no se puede confundir con lealtad al sistema. Un padre comentó: “A los hijos se les puede inculcar amor a la patria, pero a una patria libre de comunismo”.
“Según ellos, el amor a la patria se traduce en amor al gobierno y a creer todo sin discutirlo. Eso no es amor a la patria, eso es adoctrinamiento”, añadió una usuaria.
De forma aún más directa, una internauta declaró: “Los primeros que no tienen amor por la patria son ellos mismos. Solo le tienen amor a los dólares”.
“¿Qué amor si no hay leche ni pan?”
La precariedad cotidiana fue uno de los temas más presentes en los comentarios. Muchos padres respondieron con ironía y dolor a la exigencia estatal de inculcar amor a un país cuyo régimen de gobierno no garantiza lo mínimo y coarta las libertades individuales que abren el camino a sociedades prósperas.
Un cubano escribió: “¿A qué patria podrían amar los niños si no tienen cine, ni parque, ni juguetes, ni un simple caramelo?”. Otra añadió: “¡Que se ocupen de sus hijos y no de los ajenos! Mejor averigüen cómo se alimenta un niño que ni leche toma”.
En ese sentido, una usuaria resumió el dolor de muchas madres: “¿Dónde van a llevar a esos niños? ¿A los hospitales y escuelas donde se están muriendo de hambre?”.
“Esto es represión emocional”
Otros comentarios pusieron el foco en la manipulación afectiva y psicológica que implicaría esta medida. Una usuaria comentó: “Amenazar con retirar la custodia a quienes no adoctrinen a sus hijos no es amor a la patria: es abuso de poder, chantaje emocional y totalitarismo”.
En ese mismo tono, una madre escribió: “No hay que amenazar a nadie y menos a nuestros padres para amar a la patria. Donde quiera que estemos la amaremos. Lo que no podemos amar es al gobierno que la está destruyendo”.
“Los niños no son tontos”
Muchos internautas defendieron la inteligencia y autonomía de los niños cubanos, incluso desde edades tempranas.
“Si uno siente que tiene patria, nadie tiene que inculcarle nada. Los niños pueden sacar sus propias conclusiones acorde a la realidad que viven”, opinó una cubana.
“A ver, ¿a cuál de ellos le hicieron cesárea dos veces para sacar a mis hijos? ¿Quién suda con un cartón durante los apagones? ¡Que los críen ellos, a ver cómo les va!”, protestó otra madre.
Esta respuesta irónica se repitió como reflejo de un país donde el sacrificio maternal es profundo y muchas veces silenciado.
“Los niños aman lo que los cuida, no lo que los oprime”
Uno de los comentarios más compartidos afirmó: “Ahora mismo hacen una encuesta y la mayoría de los niños te aseguro que te dicen que quieren irse de esa patria que los vio nacer. ¡Preocúpense por darles una vida digna primero!”.
Por su parte, una madre alertó sobre las posibles consecuencias: “Si un padre que cuida, alimenta y protege a su hijo es separado de él, ese niño será el primer enemigo de la Revolución”.
“No es la patria: es el sistema”
Una línea argumentativa repetida en muchos mensajes es la distinción entre patria y gobierno. Un cubano puntualizó: “No confundamos amor a la patria con amor al gobierno. Patria es donde naciste, tus amigos, tu gente. El gobierno no es la patria”.
Una compatriota fue aún más directa: “¡PERDÓN! Si les quitan la leche a los 7 años, y NOSOTROS los padres hacemos inventos para poder darles desayuno. ¿De qué amor a qué patria están hablando?”.
Un pueblo que no se calla
Las reacciones a esta medida revelan el descontento acumulado de una sociedad que no solo sobrevive, sino que resiste. Entre el dolor, la indignación y el humor, los cubanos han alzado su voz para dejar claro que la familia es sagrada, y que el vínculo entre padres e hijos no puede ser condicionado por ideologías.
Lo que pretendía ser un recordatorio legal del deber patriótico terminó siendo, para muchos, otra afrenta más del régimen. Pero esta vez, la respuesta fue unánime y poderosa: “Nuestros hijos no son suyos. Patria sí, dictadura no”.
Algunos comentarios destacados:
- “Yo no le pedí permiso a nadie para tenerlos, ni me mantiene nadie. Así que nadie me los va a quitar”.
- “Mis hijos son míos, no de ningún código ni de ningún gobierno”.
- “Se puede amar a Cuba y no al gobierno”.
- “A los hijos se les puede enseñar a amar la patria, pero una patria libre, no una sometida al comunismo”.
- “Ellos no son la patria, ellos son quienes la destruyeron”.
- “Patria es nuestra gente, nuestras calles, nuestros recuerdos... no los que se llenan los bolsillos mientras el pueblo pasa hambre”.
- “Amor a la patria es poder desayunar, tener corriente y no dormir picado por mosquitos”.
- “Primero garanticen comida, medicamentos, transporte y escuelas seguras. Luego hablen de amor a la patria”.
- “Esto no es amor a la patria, es control ideológico desde la cuna”.
- “Es represión disfrazada de formación en valores”.
- “Si no estás de acuerdo, te amenazan con quitarte lo más valioso: tus hijos. No hay mayor crueldad que esa”.
- “Los niños no necesitan que nadie les diga nada, ellos solos ven que no hay comida, que no hay luz, que sus padres lloran de impotencia. Eso también educa”.
- “Ver a sus padres luchar cada día por darles algo de comer les enseña más sobre amor que cualquier consigna”.
- “Los cubanos callan por miedo a ir presos y dejar a sus hijos solos, pero si les quitan los hijos, lo que viene es una revuelta”.
- “Meterse con nuestros hijos es el límite. Eso no va a terminar bien”.
- “La patria se ama, pero se ama desde la verdad, desde la libertad. No desde la imposición ni el miedo”.
- “El verdadero amor a la patria es querer verla libre, justa, próspera. No silenciada, amenazada y rota”.
- “Del más universal de todos los cubanos: ‘Patria es humanidad, es aquella porción de la humanidad que vemos más de cerca y en que nos tocó nacer; y ni se ha de permitir que con el engaño del santo nombre se defienda a monarquías inútiles, religiones ventrudas o políticas descaradas y hambronas’”.
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