En medio de una grave crisis alimentaria, un proyecto agrícola conjunto entre Cuba y Vietnam avanza en el municipio de Los Palacios, en la provincia de Pinar del Río, con la meta de sembrar 1,000 hectáreas de arroz.
Según el sitio oficialista Guerrillero, la iniciativa, liderada por la empresa vietnamita Agri VMA, busca convertir a la región en una zona arrocera de alta tecnología, en el enésimo intento del régimen de producir alimentos en un país sumido ya en la extrema pobreza.
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El proyecto comenzó a tomar forma en 2023, cuando Agri VMA evaluó las condiciones climáticas, del suelo y la infraestructura agrícola cubana. Aunque las tierras seleccionadas presentan desafíos como erosión y pobreza de nutrientes, factores como la disponibilidad de agua, planificación mecanizada y nivel técnico de los agricultores hicieron de Cubanacán el lugar ideal para establecer el cultivo.
Más de 800 hectáreas sembradas y primeras cosechas
Hasta la fecha, ya se han plantado 871 hectáreas y se prevé alcanzar el objetivo de mil antes de que finalice mayo. En una fase inicial, se cosecharon 16 hectáreas fuera de temporada con un rendimiento de 6,5 toneladas por hectárea, resultado que la parte vietnamita considera prometedor.
La infraestructura de la zona permite procesar más de 700 toneladas diarias de arroz cáscara húmedo y más de 400 toneladas de arroz consumo, según confirmó Ariel García Pérez, director de la Empresa Industrial de Granos Los Palacios. Además, el molino Camilo Cienfuegos, dañado por el huracán Ian, volvió a operar con una capacidad de 70 toneladas diarias.
Tres modelos de cooperación y expansión tecnológica
El proyecto se desarrolla bajo tres modelos productivos:
Modelo 1: Alquiler de servicios y maquinaria cubana por parte de Agri VMA.
Modelo 2: Cooperación mixta, donde Vietnam aporta insumos (semillas, fertilizantes, pesticidas y asesoría técnica) y Cuba aporta fuerza de trabajo y maquinaria. Este modelo ya se prueba en 16 hectáreas y se expandirá a 200 hectáreas adicionales hasta junio de 2025.
Modelo 3: Comercialización directa de insumos agrícolas vietnamitas en Cuba, ya iniciada a través de entregas a la EMSA y registro de variedades.
El proyecto también contempla la producción de semillas en Cuba. Se cultivan dos variedades puras de arroz vietnamita —OM 5451 y OM18— del Instituto de Arroz del Delta del Mekong, adecuadas para las condiciones cubanas. Se espera que estas variedades permitan abastecer hasta 6,000 hectáreas con semillas locales en el futuro.
Obstáculos y respaldo bilateral
A pesar de dificultades logísticas como la falta de combustible, problemas energéticos y maquinaria obsoleta, la directora de Agri VMA, Nguyen Thi Thom, valoró los avances como “muy significativos” y urgió a ambos gobiernos a continuar apoyando la expansión del proyecto.
“El propósito final es aumentar la producción nacional de arroz, garantizar el suministro de semillas en Cuba y, a largo plazo, establecer una zona arrocera de referencia para el país”, expresó Thom durante una visita reciente al área de Cubanacán y tras dialogar con el citado medio de prensa.
Aguda crisis alimentaria
Cuba atraviesa una de las peores crisis alimentarias en décadas, marcada por el desabastecimiento crónico, la caída de la producción agrícola nacional y la dependencia casi absoluta de importaciones que el país ya no puede costear.
La escasez de productos básicos como arroz, leche, harina o aceite ha convertido la alimentación diaria en una lucha constante para millones de cubanos. Las largas colas, los mercados vacíos y el encarecimiento desproporcionado de los alimentos en el sector informal son parte del día a día en una población que sobrevive con salarios que no alcanzan para cubrir ni una cuarta parte de la canasta básica.
Las causas de esta emergencia son múltiples: la ineficiencia estructural del sistema agropecuario estatal, la falta de insumos y combustible, la dolarización de muchos productos esenciales y la caída estrepitosa de la producción nacional.
A ello se suma el impacto de las sanciones externas, los desastres naturales y la falta de reformas profundas. Mientras tanto, proyectos como los impulsados con apoyo internacional —como el caso del arroz en Pinar del Río— apenas logran cubrir una fracción de la demanda interna, dejando a la mayoría de la población en una situación de inseguridad alimentaria severa.
Preguntas frecuentes sobre la producción de arroz en Cuba y su colaboración con Vietnam
¿En qué consiste el proyecto conjunto entre Cuba y Vietnam para la producción de arroz?
El proyecto agrícola conjunto entre Cuba y Vietnam busca sembrar 1,000 hectáreas de arroz en Pinar del Río a través de la empresa vietnamita Agri VMA. La iniciativa busca convertir la región en una zona arrocera de alta tecnología, con la meta de aumentar la producción nacional de arroz, una necesidad crítica en el contexto actual de escasez alimentaria en Cuba.
¿Cuáles son los modelos productivos implementados en el proyecto arrocero entre Cuba y Vietnam?
El proyecto se desarrolla bajo tres modelos productivos: 1) Alquiler de servicios y maquinaria cubana por parte de Agri VMA, 2) Cooperación mixta en la que Vietnam aporta insumos y asesoría técnica, mientras Cuba aporta fuerza de trabajo y maquinaria, y 3) Comercialización directa de insumos agrícolas vietnamitas en Cuba. Estos modelos buscan optimizar los recursos disponibles y mejorar la eficiencia en la producción de arroz.
¿Qué desafíos enfrenta el proyecto arrocero en Cuba?
El proyecto enfrenta desafíos como la falta de combustible, problemas energéticos y maquinaria obsoleta. Además, las tierras seleccionadas presentan erosión y pobreza de nutrientes. A pesar de estos obstáculos, el proyecto ha avanzado significativamente, según las autoridades vietnamitas, quienes han instado a ambos gobiernos a seguir apoyando la iniciativa para aumentar la producción y garantizar el suministro de semillas en Cuba.
¿Cuál es el impacto de la crisis alimentaria en Cuba?
Cuba atraviesa una de las peores crisis alimentarias en décadas, caracterizada por el desabastecimiento crónico, la caída de la producción agrícola nacional y la dependencia de importaciones que el país no puede costear. La escasez de productos básicos como arroz, leche y harina ha convertido la alimentación diaria en una lucha constante para millones de cubanos, quienes enfrentan largas colas, mercados vacíos y precios exorbitantes en el mercado informal.
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