Detrás de las imágenes de un 'pueblo alegre y uniformado' difundidas este primero de mayo por los medios oficiales cubanos, subyace una realidad mucho menos colorida que también distingue a los desfiles del mayo en Cuba.
No es un secreto que quienes acuden a esta marcha lo hacen movidos por las más variopintas razones, oportunismo y no querer marcarse de las más socorridas, pero también atraídos por la venta de alcohol y para disfrutar de la música por todas partes en un día entre semanas en que no se trabaja.
A la mañana siguiente, las calles llenas de basura y botellas rotas, como mostrábamos recientemente, evidencian la imagen menos lucida de la 'fiesta del trabajador'.
Algo de lo que no suele hablarse tampoco en medios ni canales oficiales son las cifras de heridos que esa jornada deja y sobre esto, precisamente, ha denunciado el periodista cubano Giordan Rodríguez Milanés en su cuenta en Facebook, donde ha citado el testimonio de una enfermera de Manzanillo.
“Por mi cuenta fueron mas de 20 lesionados y un ahogado", asegura esta trabajadora de la salud cubana, quien añade que la guardia del Primero de Mayo “nadie quisiera que le tocara en el año en esta ciudad".
Un agente de la policía, que pide preservar su identidad, corrobora la aseveración de la enfermera y esgrime como una de causas principales que “el problema es que hay quien está bebiendo desde bien temprano en la mañana, el sol, la locura para comprar cerveza de pipa, las cuentas pendientes...”
Alejado de los cánticos revolucionarios, las consignas de turno, las fotos de juventud divertida, segura y comprometida se vive un primero de mayo paralelo, más propio de celebración popular que de marcha revolucionaria, que ha quedado plasmado en el testimonio de este periodista cubano que copiamos íntegramente a continuación, donde se asegura, no obstante que "la mayoría de los manzanilleros decentes que desfilaron, a las nueve de la noche descansan tranquilos en sus hogares".
"No sé por qué, Giordan, los Primeros de Mayo son mucho peores en Manzanillo que cualquier día de carnaval", me confiesa una enfermera de emergencias del Hospital Celia Sánchez Manduley. "Por mi cuenta fueron mas de 20 lesionados y un ahogado" me dice la mujer, como a las nueve de la mañana de hoy después de haber salido de "la guardia del Primero de Mayo, mijo, la que nadie quisiera que le tocara en el año en esta ciudad"....
A las seis de la tarde, mientras corro por el malecón, puedo observar una de las últimas trifulcas entre dos "equipos" de borrachos que se peleaban por no sé qué asunto, piedras en mano. Una señora que llora: "Le dije que no saliera c... que se quedara tranquilo en la casa. Me va a matar este muchacho, me va a matar".
"El problema es que hay quien está bebiendo desde bien temprano en la mañana, el sol, la locura para comprar cerveza de pipa, las cuentas pendientes..." Me comenta un rato después un agente de la policía conocido mío desde hace años que, al parecer, regresa a casa después de "uno de esos día en que uno quisiera tener otro trabajo", y se da cuenta de quien soy, y me advierte con una sonrisa: "Si dices mi nombre yo mismo te meto preso"... se nota agobiado con la vida a cuestas.
En la esquina de Maceo y Merchán dos hermanos juegan de manos en medio de un tumulto de amigos, bebidos todos, uno de ellos pierde el equilibrio y se da un fuerte golpe en la cabeza. Sangra. Las mujeres gritan: "Un carro, coño, un carro", el hermano ileso sale desesperado hasta la cafetería El Piropo en cuyo frente hay un auto de turismo rentado... El muchacho sobre el pavimento sangra profusamente... Frente al restaurante El Save hay una camioneta parqueada, un hombre grita para que acuda el chofer, el chofer no acude, le comienza a lanzar botellas a la camioneta...
Llamo al 104, a control de ambulancia, pero cuando la muchacha está anotando la dirección, arrancan el tour rentado con el herido... Tal vez en número 21 de este Primero de Mayo que llega a su fin...
La mayoría de los manzanilleros decentes que desfilaron, a las nueve de la noche descansan tranquilos en sus hogares...
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