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La OMS deja de considerar a la transexualidad como enfermedad mental

Esta es la primera actualización que hace la OMS de su Clasificación Internacional de Enfermedades en casi tres décadas.

Desfile por la diversidad sexual © Wikimedia Commons
Desfile por la diversidad sexual Foto © Wikimedia Commons

Este artículo es de hace 5 años

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha excluido este lunes la transexualidad de la lista de enfermedades mentales y la ha incorporado en la de comportamientos sexuales, algo por lo que llevan luchando años las organizaciones LGBTI.

Shekhar Saxena, director del departamento de Salud Mental y Abuso de Substancias de la OMS, explicó en conferencia de prensa que se ha excluido la transexualidad de la lista de enfermedades mentales "porque no hay evidencias de que una persona con un desorden de identidad de género deba tener automáticamente al mismo tiempo un desorden mental, aunque suceda muy a menudo que vaya acompañado de ansiedad o depresión".

"Si a las personas con un desorden de identidad de género se las identifica automáticamente como alguien con un desorden mental, en muchos países se les estigmatiza y puede que se les reduzca las oportunidades de buscar ayuda", añadió.

Esta es la primera actualización que hace la OMS de su Clasificación Internacional de Enfermedades en 28 años, en la cual además han incorporado el uso abusivo de los videojuegos como un desorden de comportamiento, misma lista donde está la adicción al juego y las apuestas.

"Incluimos el desorden de jugar de forma adictiva tras analizar las pocas evidencias que tenemos y tras escuchar a un Comité Científico que sugirió que este nuevo fenómeno se incluyera como una enfermedad que puede y debe ser tratada", resaltó Saxena.

El incluir esta adicción en la lista de enfermedades permite que quienes lo padecen puedan recibir ayuda de forma oficial, pues, al estar reconocida por el sistema como enfermedad, su tratamiento está cubierto por los sistemas públicos de salud y por los seguros.

"Si el niño, adolescente o adulto que juega lo hace sin parar y deja de salir con sus amigos, deja de hacer actividades con sus padres, se aísla, no estudia, no duerme y solo quiere jugar, eso son signos de alerta de que podría tener un comportamiento adictivo y que tiene que buscar ayuda", señaló Saxena.

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