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Un cuentapropista cubano: "El Gobierno nos sigue viendo como asalariados"

Trabajadores por cuenta propia reaccionan en Cuba a la subida de impuestos anunciada este martes.

Los carretilleros, una modalidad de cuentapropismo que desaparece. © CiberCuba
Los carretilleros, una modalidad de cuentapropismo que desaparece. Foto © CiberCuba

Este artículo es de hace 5 años

Si algo quedó claro este martes tras darse a conocer las esperadas medidas que "no vienen a frenar” el desarrollo del cuentapropismo en Cuba, sino a hacerlo “más ordenado y eficiente”, es que las formas no estatales de gestión en la Isla no están para concentrar propiedad ni acumular riquezas.

Las adecuaciones tributarias incluidas en la política aprobada para el perfeccionamiento del trabajo por cuenta propia confirman un mayor control a nivel municipal, provincial y nacional sobre el sector privado, especialmente para quienes ejercen algunas de las actividades más lucrativas dentro del mismo.

A tenor con Ricardo, propietario de un exitoso restaurante en La Habana, “el establecer la habilitación de cuentas bancarias fiscales para los servicios gastronómicos y constructivos, el arrendamiento de viviendas y el transporte, sería positivo si eso posibilitara que quien tenga su dinero en regla pueda invertir, extenderse y tener algún privilegio para recuperar su inversión”.

El cuentapropista dice que, “más que un proceso puesto en marcha para acabar con la subdeclaración de impuestos, el incumplimiento de pagos o la acumulación de deudas tributarias, se trata de limitar el poder adquisitivo. Nos siguen viendo como trabajadores asalariados”.

No han dejado que explotemos las potencialidades que tenemos. Siguen limitando la evolución de pequeñas y medianas empresas no estatales

Al respecto, agrega Pedro Luis, arrendador de habitaciones en Matanzas, “no han dejado que explotemos las potencialidades que tenemos. Siguen limitando la evolución de pequeñas y medianas empresas no estatales. Las medidas no aumentan la carga tributaria, sino que la reacomodan; lo que no sabemos es si es solo para corregir desviaciones o para ponerle un techo a nuestros ingresos".

De la misma manera, refiere el dueño de una cafetería en la capital que las principales operaciones del trabajador por cuenta propia deben transitar por una cuenta bancaria, pero ¿también lo hará el hecho de que no tenemos mercado mayorista o nos restringen la compra de productos en la red minorista, lo que hace que haya que pagar de más por una caja de cerveza o una de refresco; de que en ningún lugar del mundo es tan difícil abastecerse?

Si verdaderamente se trata de ayudarnos, hay que facilitarnos el acceso a condiciones que no tenemos, para luego exigir otras

“Si verdaderamente se trata de ayudarnos, hay que facilitarnos el acceso a condiciones que no tenemos, para luego exigir otras. Nosotros ganamos mucho, pero se debe a la gestión que hacemos. Pasamos hasta 20 horas diarias trabajando para que nos falte lo menos posible en el restaurante. Nadie nos regala nada. Ni siquiera el Estado pone un peso en nuestros negocios", resalta el también contador.

La cuenta fiscal deberá abrirse con un mínimo saldo equivalente a tres cuotas mensuales del contribuyente y cualquier incumplimiento relacionado con la misma podrá considerarse una infracción tributaria sancionable.

Según publica Granma, los aportes de los trabajadores por cuenta propia recaudados como ingresos mediante el sistema tributario constituyen el 5% del Presupuesto del Estado.

Otras de las regulaciones menos favorables, de acuerdo con Mario, quien se dedica a la venta de tarjetas telefónicas y para la conexión a Internet, es la eliminación de la exención del pago de impuesto por la utilización de fuerza de trabajo. “Las formas no estatales de gestión han ayudado grandemente a elevar el nivel de vida de la gente y merecen ser estimuladas”, apunta.

De los 591.456 cuentapropistas registrados oficialmemte en Cuba hoy, que representan el 13% de los ocupados del país, un 33% son mujeres y un 28, jóvenes.

Aunque haya que aceptar las regulaciones para seguir “existiendo como cuentapropistas”, explica el taxista Gilberto, “si lo que querían era hacer retroceder el trabajo privado, no había que darle tanta vuelta al asunto. Estamos siendo mal vistos por tener dinero. Lo triste es que ahora todo se pondrá en función de asfixiarnos y muchos tendrán que entregar sus licencias. Tantas normativas terminarán encareciendo los productos y servicios para la población".

Estamos siendo mal vistos por tener dinero. Lo triste es que ahora todo se pondrá en función de asfixiarnos y muchos tendrán que entregar sus licencias

Por otro lado, Jorge, quien se desempeña como arrendador para el turismo y gestor de alojamiento, se pregunta qué expansión habrá para el cuentapropismo si solo se permitirá ejercer una actividad por persona y si en un mismo domicilio no puede haber a la vez un restaurante, un bar y una cafetería.

Asimismo, destaca, “la economía del país nos necesita más que nunca. Solo pedimos que nos dejen hacer, no que no nos controlen. Lo que ocurrirá en la práctica, sin embargo, es que tendremos más ojos sobre nosotros y muchísimas menos libertades”.

De las 123 actividades que quedaron aprobadas para el trabajo por cuenta propia, 52 aportarán por el Régimen General y 71 por uno Simplificado, que consiste en el pago de una cuota mensual. Este último aumentó para 41 actividades en La Habana y 20 en el resto del país. En otras palabras, tendrán que pagar más unos 25.000 contribuyentes (el 4% del total).

La nueva política y sus disposiciones entrarán en vigor el próximo 7 de diciembre, 150 días después de su publicación en la Gaceta Oficial Extraordinaria No.35 y 494 días luego de que se anunciara el reordenamiento del trabajo por cuenta propia en la Isla, el 1ro de agosto de 2017.

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