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Guayabera en crisis: la derrota más reciente

Ojalá y fueran solo las guayaberas, pero el episodio sigue a las “tensiones” (eufemismo de la prensa pagada por el régimen) con la cosecha de azúcar, Etecsa, el combustible, los robos en almacenes estatales, la condonación de la deuda con ¡Viet Nam! y las infinitas donaciones de China, Venezuela, Rusia.

Casa de la guayabera © Radio Santa Cruz
Casa de la guayabera Foto © Radio Santa Cruz

Este artículo es de hace 5 años

Una empresa de Yucatán (sur de México) será la encargada de vestir con guayaberas a la delegación cubana que, encabezada por el presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, asistirá a los XXIII Juegos Centroamericanos y del Caribe, que se celebrarán en Barranquilla (Caribe colombiano) del 19 de julio al 3 de agosto próximos.

La noticia confirma el desastre económico que ha supuesto el castrismo para Cuba y que el tardocastrismo, pese a sus reiterados intentos de imponer racionalidad en el desbarajuste estructural, solo ha conseguido prolongar el sufrimiento de once millones de personas y el enriquecimiento de parte de la nomenklatura y de la poderosa burocracia estatal, expertas en medrar con el hambre de sus paisanos.

Ojalá y fueran solo las guayaberas, pero el episodio sigue a las “tensiones” (eufemismo de la prensa pagada por el régimen) con la cosecha de azúcar, Etecsa, el combustible, los robos en almacenes estatales, la condonación de la deuda con ¡Viet Nam! y las infinitas donaciones de China, Venezuela, Rusia.

El Buró Político del Partido Comunista y su prensa olvidan siempre el pequeño detalle de la generosidad del exilio cubano que –mayoritariamente- se vuelca con sus familiares y amigos en la isla, mes a mes, y cuando ocurre una desgracia meteorológica por culpa del cambio climático provocado por el neoliberalismo, como reza la liturgia oficial.

¡¿Qué sería de ETECSA sin las recargas de los exiliados?! Basta echar un vistazo a la página Aduana e Inmigración en Cuba para comprobar que los equipajes y envíos a Cuba, además de dolor, van llenos de casi todo porque allá no hay de casi nada.

¿Responderán los miembros del Buró Político y los ministros correspondientes ante los tribunales por la ruinosa y millonaria inversión de la Zona Especial de Desarrollo de Mariel? La propaganda oficial la vendió como obra del siglo y que vendría a crear trabajo y riqueza. Ni una cosa ni la otra. Mientras que el sector “no estatal” (otro eufemismo de la prensa pagada por el PCC) para no decir privado, ha creado y mantenido más de un millón de puestos de trabajo.

La causa de todos estos desaguisados, que repercuten directamente en el empobrecimiento de los cubanos y en seguir ahondando la desventaja desproporcional que Cuba tiene ya hasta con países de su entorno, es el miedo de la cúpula tardocastrista ha emprender las reformas estructurales que demanda –con urgencia- la economía cubana.

Un vistazo económico a los últimos 60 años revela excesos voluntaristas, alternancia de períodos de realismo pragmático con otros de idealismo sublimado, pero coincidentes en consumir primero el confort heredado del batistato y la república y dilapidar el Plan Marshall made in URSS.

Nadie sensato se explica cómo Cuba vive tan mal, teniendo uno de los capitales humanos (voy mal, Camilo) más valioso de la región, en el que la revolución invirtió millones de pesos. Pues ya lo sabéis, por miedo a compartir y perder el poder, que implica ser reyecillos sobre la tristeza y el desamparo de la mayoría de los cubanos que siempre han sabido de dónde son los cantantes.

Nadie sensato se explica cómo Cuba vive tan mal, teniendo uno de los capitales humanos más valioso de la región

La prensa pagada por el Partido Comunista no ha dudado en rasgarse las páginas y espacios con apoyos, más o menos simulados, a los nacionalismos periféricos españoles en su oposición al gobierno de España, o sea, apoya fuera lo que no tolera y reprime dentro, que es la existencia de una oposición democrática.

Si alguien tiene tiempo y revisa las hemerotecas y rescata los rumores económicos más persistentes en Radio Bemba comprobará que las dificultades aún subsisten datan de 1963 o antes, y que el Comandante en Jefe siempre guardaba una carta bajo la chaqueta verde oliva, hasta que un día, los cubanos vieron aterrados que no había ni cartas amarillas.

El castrismo fue meticuloso en la destrucción de la agricultura y la industria cubanas, que eran eficientes, aunque generaban desigualdad e injusticia social, que fueron suplantadas por la igualación en la pobreza de la mayoría, que es el mecanismo político ideal para garantizarse el poder absoluto, además de la represión selectiva.

El castrismo fue meticuloso en la destrucción de la agricultura y la industria cubanas

Cuando uno empobrece al ser humano y lo hace dependiente del Estado, está fabricando súbditos, no seres humanos, aunque tengan dos carreras, varios másteres y sean trilingües. La mejor prueba de este disparate es la capacidad histórica que ha tenido el exilio cubano para –mayoritariamente- insertarse en las sociedades a las que llegan con una mano delante y otra detrás, y construyen un proyecto de vida que les permite, incluso, ayudar a los que dejó atrás.

Cuba –por imposición de una minoría conservadora- lleva años poniéndose los zapatos al revés, con lo a gusto que se baila con los zapatos al derecho, y asistiendo –entre el silencio, las lágrimas y la valentía de los opositores- a la destrucción de sus vidas y de un país con recursos humanos y naturales para vivir con normalidad y sin el sobresalto de abrir un grifo temiendo que no haya agua o darle a un interruptor con miedo a que no haya luz.

La derrota más reciente es que haya que mandar a fabricar y pagar las guayaberas en México, cuando la revolución hizo la textilera más grande de la región en Santiago de Cuba y cuando en los barrios cubanos hay costureras y sastres laboriosos y honrados; pero mañana puede que haya que importar Marabú al ritmo que van las ¿reformas? que siguen congeladas con el pretexto de no crear el caos

La derrota más reciente es que haya que mandar a fabricar y pagar las guayaberas en México, cuando la revolución hizo la textilera más grande de la región en Santiago de Cuba

Nada hay más caótico que mantener reducido en la pobreza mendicante a un pueblo noble, inteligente y valioso por bondad y honradez. Y mientras, no es descartable que algún pícaro jefe y/o funcionario cobre una mordida por el encargo de las guayaberas en el extranjero, renunciando a crear riqueza cubana y para los cubanos.

Paradójicamente, el ex presidente Ramón Grau San Martin, aquel socarrón brillante que ganó las elecciones de 5 pesos en el bolsillo de cada elector, debe al castrismo una vigencia permanente por sus rafagazos de picardía. En una reunión en su “chocita” (5ta. Avenida y 14, Miramar) una de las damas de la cubanidad le comentó su desazón por el comienzo del desastre.

-Tranquila, hija, que el general acabará con esto…

-Ay, doctor, pero si el general Batista salió corriendo…

-El general deterioro, hija mía, el general deterioro.

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Artículo de opinión: Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de CiberCuba.

Carlos Cabrera Pérez

Periodista de CiberCuba. Ha trabajado en Granma Internacional, Prensa Latina, Corresponsalías agencias IPS y EFE en La Habana. Director Tierras del Duero y Sierra Madrileña en España.


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