APP GRATIS

Memoria del Exilio-Veo Veo 2: "El baño del Papa"

En Netflix no hay mucho espacio para el arte auténtico, autóctono y autónomo. Como en Cuba. Mucha revolución en carteles y consignas, pero hasta ahí. Ni se te ocurra intentar algún cambio hondo.

Juan Carlos Cremata y César Charlone, el día de la graduación del primero. © Juan Carlos Cremata Malberti.
Juan Carlos Cremata y César Charlone, el día de la graduación del primero. Foto © Juan Carlos Cremata Malberti.

Este artículo es de hace 5 años

En medio de este asueto forzoso - que ya suma días, semanas y meses odiosos - me es menester fecundar al cotidiano desengaño, con la mayor cantidad de información cultural concebible.

Estudiar. Seguir aprendiendo. No parar de hacerlo. Eso auxilia.

Amanezco jornadas dando brazadas en Sabrina-mi piscina. …*

* Alguna vez hablaré de ella.

Lo mismo repito rondando la siesta.

Y finalmente, de nuevo, a la caída de la tarde.

Cuando el sol es un poco más amable.

Y el no llover lo auspicia.

Diez cada vez. Ida y vuelta. Para allá, para acá y otra vez.

Luego, un desayuno frugal lo más frutal posible. Leche de almendra y cereal.

Sólo entonces, es que renace el redactar, componer, editar, rebuscar, opinar, responder comentarios o mensajes, ver, leer, armarme líos con el frecuente subsistir y contactarme con otras ficciones, o realidades, con el afán de crecer.

Que es decir, anegar el espíritu - lo más raudo, seguido y posible - en profusa, profunda y preclara cultura.

Porque sólo la sapiencia salva.

Netflix o Hulu tienen cosas buenas para entretenerse. Pero, en general, todo gira alrededor de la violencia, la ciencia ficción, el horror, o una pila argumentos baratos, traídos por los pelos, que se alargan como chicles pegajosos durante varias temporadas.

No hay mucho espacio para el arte auténtico, autóctono y autónomo.

Mucho menos para lo muy diferente. *

* Como en Cuba. Mucha revolución en carteles y consignas, pero hasta ahí. Ni se te ocurra intentar algún cambio hondo.

De Pascuas a San Juan puede encontrarse algo apasionante.

Una vez satisfecho el intelecto - con series como Boardwalk Empire *, Peaky Blinders, Breaking Bad, Making a murderer, Better call, Saul, House of cards **, Mad men, Shameless, The Office o The Crow, entre otros sonados ejemplos- es aún más voraz el ansia por inundar ojos, ánima y sesos, con insólitos saberes.

* De HBO que también ofrece una programación de vanguardia e interesante.

**Hasta que cometieron la estupidez de interrumpir al genial y talentoso Kevin Space.

Y así, hurgando huyendo del inerte aburrimiento, la suerte, a veces, nos agencia el poder saldar algunas deudas pendientes, yendo al encuentro con maravillas que alguna vez pasaron por nuestro lado, sin darnos tiempo para poderlas apreciarlas, disfrutarlas y sabiamente encandilarnos.

Es el caso de El baño del papa.

* Gratuitamente accesible en Amazon Prime. Donde también pueden hallarse latinoamericanos asombros cinematográficos notables.

Una película sencilla. Aparentemente simple. Y, sin embargo, arropada con encantos únicos. *

*Prefiero ese tipo de obra menos fastuosa, en el estilo del cine iraní que es de mis favoritos.

Las peripecias de un pobre hombre en el Uruguay rural - el diminuto pueblo de Melo, en la frontera con Brasil - empeñado en construir un servicio sanitario para los peregrinos que acudirán a un acto masivo, al que asistirá el Sumo Pontífice y hacer de ello el “negocio de su vida”, son sensiblemente ofrecidas desde un lente íntimo, sincero, cálido, terreno y hasta paternal.

Una obra magistral henchida de emotividad y sentimientos.

Fue como un abrazo benigno el que sentimos al disfrutarla pues, de alguna manera, nos toca muy de cerca.

Y es que es la primera película de un director* que fue uno de nuestros más influyentes profesores en la escuela de cine.

* Junto a Enrique Fernández.

Él nos develó la obra y la máxima de Robert Bresson: “Haz que se vea lo que, sin ti, quizás nunca nadie hubiese visto”

Recuerdo que en su primera clase escribió, bien grande, en el pizarrón la palabra test*

* Procedimiento que he repetido, luego, en mis clases como profesor.

Desde entonces, probar, intentar, experimentar, ensayar, comprobar, tratar, procurar* son - no solamente - esencia profesional, empero, y al mismo tiempo, una filosofía de vida.

*Que es, además, degustar, catar, saborear, paladear y - agrego - gozar, copular y fornicar.

Hay que hacer tanteos para alcanzar resultados, buscar referencias pictóricas, diseñar encuadres, regular enfoques, meditar colores, ¿qué se hizo antes sobre el mismo tema?, ¿cómo fundamentar una interesante y contundente propuesta visual?

Asimismo, nos abrió los ojos con las visionarias visiones de Vittorio Storaro*, Néstor Almendros, Gordon Willis y muchos otros que conforman, transformando, el almacén de las luces, o la visualidad en el cine.

*Y su inefable e imprescindible obra: El conformista a la que vuelvo cada cierto tiempo.

Fue tanta la admiración que le tuve como profesor, que, por esos días, hasta físicamente - de manera inconsciente - quise, un poco, parecérmele. *

* La foto de esta crónica corresponde a la graduación de la primera generación de la Escuela Internacional de Cine.

Ya él había realizado películas importantes como uno de los mejores directores de fotografía de Brasil que es cuando nos impartió sus imborrables lecciones.

Llegó a ser subdirector docente.

Y al terminar su periplo cubano hizo la foto de la impresionante película brasileña Ciudad de Dios y ha colaborado con esa estrella hollywoodense a la que llaman Tom Cruise.

Estamos hablando de un artista y un profesional que cualquier proyecto se honraría y mataría por tener.

Sin embargo, con esta película, parece como viajar a sus raíces, tocar el polvo de gente de su pueblo, retornar a la simiente.

Un filme humilde lleno y relleno por y de personas llanas.

Que por modesto no deja de ser enorme.

Cine sincero nacido del alma.

Con humor peculiar. Por momentos hilarante. A ratos candoroso.

Coincidimos con César Charlone, nuevamente en un festival internacional en Dubai.

Él pasaba su película en una sala y a una hora, al mismo tiempo que mi madre y yo enseñábamos nuestra Viva Cuba en otra.

Desde entonces había deseado ver su ópera prima.

Y ahora que pude hacerlo quedé prendado de su entrega.

Son de esas cintas que crecen por dentro* y te transportan.

* ¡Como los buenos gnocchis! Y acabo de probar unos hechos con pera, llamados finocchis, que saben a vida misma.

Inolvidable. *

* La película y bueno, … también la pasta italiana.

La recomiendo. *

* A ambas.

No deje de verla y le sorprenderá cómo una película presumiblemente pequeña puede llegar a ser medular.

Aunque en cine - como en todo - el arte* se encuentra más en la mente** del que sabe apreciarlo, que en las manos de quienes lo realizan.

* O el sabor.

** O en el paladar.

Y si la medicina - que pervive avalada por la ciencia - no funciona igual en todos los seres humanos, ¡imagínese usted el gusto estético!

Para mí, las grandes producciones responden, casi siempre, a fórmulas y sus combinaciones.

Prefiero el cine “independiente¨*. No pobre de ideas, más pleno de ideas y propuestas.

* Opto mejor en catalogarlo como cine alternativo a los modelos establecidos oficialmente.

Y cada vez más, se le notan las costuras a todo ese imperio de imágenes y sonidos uniformes que generan, a granel, todas esas compañías con desmesurado poder de producción y distribución cinematográficas.

Me complace más lo distinto.

Como, igualmente, el arroyo de la sierra.

Una margarita bonita me cautiva mucho más que la altiva, encopetada, petulante y pretenciosa rosa.

Aquí que retomo, entonces, el grito agradecido con que dibujamos la complacencia por sus enseñanzas, los que fuimos y seguimos siendo sus alumnos por aulas, lunetas y pasillos.

“Al César lo que es del César”

Se hace siempre la luz con tu mirada, entrañable maestro amigo.

FICHA TÉCNICA

EL BAÑO DEL PAPA.

Uruguay. 2007. 95 minutos.

Dirección: César Charlone y Enrique Fernández.

Producción: Bel Berlinck / Claudia Büschel / Serge Catoire / Fernando Meirelles / Elena Roux.

Guión: César Charlone y Enrique Fernández.

Reparto: César Troncoso / Virginia Méndez/ Mario Silva.

Música: Lucianno Supervielle y Gabriel Casacuberta.

Fotografía: César Charlone.

Edición: Gustavo Giani

Sinopsis: Es el año 1988 y el Papa Juan Pablo II va a visitar Melo, Uruguay. Se calcula que 50.000 personas asistirán a verlo. Los pobladores creen que vendiéndoles comida y bebida a esa multitud se harán casi ricos. Beto, un pobre contrabandista, decide construir un excusado frente a su casa y cobrar por su uso.

¿Qué opinas?

COMENTAR

Archivado en:

Artículo de opinión: Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de CiberCuba.

Juan Carlos Cremata Malberti

Director de cine y guionista cubano. Se graduó en 1986 de Teatrología y Dramaturgia, en el Instituto Superior de Arte (ISA) de La Habana, posteriormente cursó estudios en la Escuela Internacional de Cine de San Antonio de los Baños graduándose en 1990.


¿Tienes algo que reportar?
Escribe a CiberCuba:

editores@cibercuba.com

 +1 786 3965 689


Siguiente artículo:

No hay más noticias que mostrar, visitar Portada