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"Lo único que ven los cruceristas en Cuba es una Habana llena de basura y gente buscándose 3 pesos"

"Es deprimente que ésa sea la primera imagen de Cuba que ve un extranjero", apunta un artesano habanero de 28 años.

Turistas, en La Habana Vieja. © CiberCuba.
Turistas, en La Habana Vieja. Foto © CiberCuba.

Este artículo es de hace 5 años

Si bien ha trascendido recientemente que el turismo de cruceros constituye una de las modalidades que mayor cantidad de visitantes internacionales atrae a Cuba, no está siendo todo lo lucrativa que necesita la industria del ocio y los viajes de la Isla.

A tenor con los expertos, el crecimiento del crucerismo que ha vivido el país en el último lustro no se traduce en un aumento directo de ingresos, visto que los cruceristas generan como promedio unas 11 veces menos que lo que lo hacen los turistas de estancia.

De acuerdo con Carlos, propietario de un restaurante en Cienfuegos, “el turismo de cruceros se ha incrementado, pero sus ingresos son mínimos. La única ganancia que dan esos cruceros es lo que debe pagar la compañía por atracar en Cuba y los servicios que reciben los buques en el puerto".

“Se trata de un turismo exploratorio que, mediante cortas estancias en tierra, permite conocer superficialmente los destinos. Si los viajeros al bajar del barco no encuentran productos y ofertas atractivos, tal como ocurre aquí, dejan poquísimo dinero".

“El turismo que da más es el especializado, que apenas explotamos, y el de sol y playa, que recibe a turistas de bajo nivel adquisitivo, casi siempre canadienses. Los cruceristas normalmente son gente mayor adinerada, pero tienen en el barco su propio paraíso flotante y los cubanos lo más que podemos ofrecerles es nuestro carácter”, resalta el cuentapropista.

Datos oficiales del Ministerio de Turismo (Mintur) apuntan que hasta octubre pasado la Isla recibió más de 700.000 cruceristas (la mayoría procedente de Estados Unidos y Europa), unos 117.000 más que en igual período de 2017.

Vale destacar que a partir de 2016 el número de pasajeros de cruceros ha crecido más de cuatro veces y ha representado el 3% del total de las llegadas internacionales.

Solo la terminal de cruceros de La Habana acogió a unos 328.000 viajeros en 2017, y espera cerrar 2018 con la llegada de unos 500.000.

Según refiere un artesano que se dedica a vender calzado en la feria de la calle Obispo, los cruceristas “salen del barco 20 minutos, le dan la vuelta el Casco Histórico, toman un mojito y un par de fotos en el Capitolio para probar que estuvieron allí y regresan rápido a la embarcación, donde están rodeados de lujos y comodidades y lo tienen todo pagado".

“No dejan ni un kilo porque bajan incluso con pomos de agua y lo único que ven es una Habana repleta de basura en cada esquina, edificios destruidos y gente inventando cómo buscarse tres pesos. Es deprimente que ésa sea la primera imagen de Cuba que ve un extranjero. Por lo menos, esos turistas no contribuyen a ensuciar más la ciudad porque son gente educada”, opina el joven, de 28 años.

Cifras de la Organización Mundial del Turismo aseguran que los cruceros están entre las modalidades turísticas que más se han incrementado en el Caribe en el último quinquenio. La región recibe anualmente un promedio de 50.000 embarcaciones de todo tipo y alrededor del 60% de los cruceristas del planeta.

No obstante, apunta la guía turística Yanet, de 36 años, “el turismo cubano está con la marcha atrás puesta y anda lejos de poder competir con República Dominicana, México, Bahamas y otras islas del Caribe. Seguimos teniendo un turismo barato, incluso al alcance de los desempleados, y en el que todos los trabajadores quieren robar.

“Aumenta el número de visitantes, pero disminuye el consumo medio diario de los turistas. A nadie le preocupa lo que se deja de ingresar y por qué. Necesitamos renovar urgentemente las instalaciones portuarias y elevar la disponibilidad de atraques para buques cruceros, así como el resto de nuestros servicios turísticos”, concluye.

Tras la reanudación en mayo de 2016 de las rutas de cruceros desde Estados Unidos, los arribos a Cuba se elevaron rápidamente. Al concluir el primer semestre de este año, el 30% de los cruceristas recibidos era estadounidense.

A pesar del endurecimiento de la política de Washington hacia Cuba, en la Isla operan actualmente unos 25 barcos que pertenecen a 17 compañías de cruceros entre las que sobresalen las norteamericanas Carnival, Royal Caribbean y Norwegian.

Aunque en junio pasado el turismo cubano registró una caída del 5,7%, en comparación con el mismo período del año anterior, piensa recibir en 2018 al menos 4.700.000 visitantes internacionales.

Con una contribución del 10 % al Producto Interno Bruto Cubano y la generación de medio millón de empleos, el turismo es la segunda mayor fuente de ingresos del país.

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