La reciente medida tomada por las autoridades cubanas de cobrar el exceso de equipaje a los pasajeros de ómnibus nacionales continúa generando malestar en la población, que aunque entiende que el sobrepeso conlleva un pago extra, no está de acuerdo con el monto a desembolsar.
Muchos tratan de llegar a “un acuerdo” con el maletero, el operador de la pesa o algún otro trabajador del sistema para pagar un poco menos. Y no pocas veces, consiguen que alguien les haga “el favor”.
Según denunció el diario Juventud Rebelde, hay chóferes de ómnibus que están cobrando de 100 a 150 pesos por transportar exceso de carga sin pagar las tarifas oficiales.
El director general de la Empresa de Ómnibus Nacionales (EON), Alberto Ramos, explicó que debido al impacto social de la regulación, se realizan supervisiones diarias en los puntos de embarque, en las afueras de las terminales de ómnibus y hasta en la misma calle.
“Se le ha prestado especial atención a las quejas de la población por cobros superiores a lo establecido. A los trabajadores que han sido detectados en estos procederes se les han aplicado las medidas disciplinarias correspondientes”, reveló.
El reclamo de los usuarios de bajar las tarifas no tiene pinta de que será escuchado. Máxime cuando desde el 10 de enero hasta el 28 de febrero, pagaron sobrepeso 25.917 pasajeros, quienes desembolsaron, como promedio, 512 pesos diarios.
Tampoco ha sido fácil para los trabajadores de la terminal asumir la nueva responsabilidad de cara al público. Diariamente reciben las quejas y hasta las ofensas de quienes tienen que pagar elevada cantidad de dinero por el bulto que llevan.
“La mayoría de nosotros tampoco estamos de acuerdo con la tarifas establecidas. Todos los días tenemos que enfrentar las molestias que ocasionan a la población, fundamentalmente a jubilados o a quienes reciben asistencia social, a personas que salen del hospital o a estudiantes, quienes tienen que pagar los mismos precios”, dijo al diario oficialista un trabajador de la terminal que pidió no ser identificado.
“Imagínese, periodista, en Cuba se transporta de todo de un lado a otro. Ahora lo que más llevan los pasajeros hacia el interior del país es malanga, papa y aceite, y no lo hacen por el placer de echarse la carga al hombro; es para resolver las necesidades de sus familias”, añadió.
Gerardo Nápoles Hierrezuelo, especialista de Atención a la Población de la EON, su entidad es la vía más usada para el transporte interprovincial de personas, con alrededor de 20.000 pasajeros diarios, y ha debido asumir las carencias de servicios como el de la aviación y el ferroviario, con equipos automotores que no están preparados para trasladar tal volumen de mercancías.
También se enfrentan a otros problemas, como la falta de sistemas de escáner, que debilita la lucha contra las ilegalidades.
“Para la transportación de equipajes lo idóneo es el ferrocarril, con vagones destinados a la carga”, acotó Nápoles, quien lamentó la prácticamente extinción del servicio de trenes.
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