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Lola Amores y Eduardo Martínez: actriz y actor a la medida de los nuevos realizadores cubanos

Protagonistas de la famosa y todavía prohibida “Santa y Andrés”, Lola Amores y Eduardo Martínez aparecen en varios de los cortos de la recién inaugurada Muestra Joven

Lola Amores en un fotograma de "Los amantes" © muestrajoven.cult.cu
Lola Amores en un fotograma de "Los amantes" Foto © muestrajoven.cult.cu

Este artículo es de hace 5 años

Del 2 al 7 de abril tiene lugar la Muestra Joven del ICAIC, con la presentación de alrededor de cincuenta películas entre ficción y documentales, solo en concurso. En las pantallas de los cines Chaplin y 23 y 12, pueden verse las obras de estos jóvenes realizadores que, al parecer, adoran el trabajo de Lola Amores y Eduardo Martínez.

La pareja de talentosísimos intérpretes, muy conocidos por haber protagonizado Santa y Andrés, de Carlos Lechuga, están siendo muy solicitados en tanto intervienen en algunos de los cortos más reconocidos, y mejores, de los que concursan en la Muestra Joven.

Aunque no trabajan juntos en ninguno de los cortos de ficción que concursan, ellos protagonizan, entre los dos, cinco cortometrajes: ella está en Fin, Yimit Ramírez, y en Los amantes, de Alán González. Él es protagonista de Atardecer en el trópico, de Marta María Borrás; Alberto, de Raúl Prado, y El Secadero, de José Luis Aparicio.

En Fin, Lola Amores interpreta un misterioso personaje, dueña de otro mundo, o dimensión, pues al parecer es quien le confiere al protagonista, Milton García, una segunda oportunidad para regresar a este mundo. En el extraño, y simbólico papel, Lola despliega un trabajo vocal y gestual francamente extraordinario, en solo unos pocos segundos del metraje.

La actriz está casi todo el tiempo delante de la cámara, en un registro completamente naturalista, en Los amantes, en tanto interpreta el papel de Yolanda, una mujer que borra la sangre evidencia de un crimen violento cuya ocurrencia queda fuera de la película. Yolanda trata de ayudar al culpable del crimen.

En cuanto a los cortos protagonizados por Eduardo, Atardecer en el trópico asume un punto de vista intimista y autoral, para contar la historia de la realizadora y su padre, dos generaciones diferentes unidas por una casa, una canción, el amor filial. En el papel del padre está Eduardo, siempre espectacular en estos roles de sufrimiento callado.

Alberto es el relato concerniente a dos hermanos, uno emigró y ahora regresa para enterarse de la muerte del padre, mientras que Eduardo interpreta al hermano que se quedó y tuvo que asumir la separación y la tristeza por partida doble.

En El Secadero, Eduardo es un policía que busca a un asesino en serie, tiene un compañero pretencioso, que lo acompaña en el descenso al inframundo delincuencial, donde también está la Eurídice de este Orfeo silencioso: una prostituta displicente. Entre la sátira efectiva del policiaco y el cinema noir, y un registro más romántico y heroico, Eduardo logra una actuación memorable.

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Joel del Río

Joel del Río. Periodista, crítico de arte y profesor. Trabaja como redactor de prensa en el ICAIC. Colabora en temas culturales con algunos de los principales medios en Cuba. Ha sido profesor en la FAMCA y la EICTV, de historia del cine y géneros cinematográficos.


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