El Grupo Empresarial Ganadero de Cuba tiene el objetivo de entregar mensualmente cinco kilogramos de carne percápita: dos de porcino, dos de ganado menor y uno de ave, informó la Agencia Cubana de Noticias.
Reinier Ramos Mazorra, director general del Instituto de Investigaciones Avícolas (IIA) del Ministerio de la Industria Alimenticia, explicó que desde el 2001, toda la carne de pollo que se comercializa en el país es importada.
Su entidad, responsable de las políticas genéticas para incrementar la producción de carne de pollo y de huevo, busca disminuir la cantidad de pollo que se compra en el exterior, unas 300.000 toneladas anuales.
Según el funcionario, se identifican actualmente a los mejores productores nacionales, y en el futuro se prevé instalar tres granjas especializadas, una cada región de la Isla.
El pollo que se produce en Cuba puede alcanzar los 2,2 kilogramos de peso, aún bajo para la demanda existente.
Uno de los principales problemas que enfrentan los productores es la falta de garantía del alimento para las aves: tanto el maíz como la soya hay que importarlos.
En los últimos meses, la escasez de pollo en la Isla ha obligado a los cubanos a hacer largas colas. El pasado sábado, los vecinos de La Habana Vieja tuvieron que esperar durante horas en las afueras del mercado El Cristo para intentar comprar el tan ansiado producto.
La escasez de alimentos básicos ha ocasionado peleas violentas, empujones, gritos y hasta carreras de la gente al abrirse las tiendas de divisas.
Con los huevos pasa lo mismo. En marzo, el ministro de Economía, Alejandro Gil Fernández, anunció que el país solo podrá venderlos por la libreta de racionamiento, debido a que aún no se ha estabilizado la producción y ello impide retomar la venta de liberada.
La semana pasada el gobierno de La Habana anunció que está buscando alternativas para incrementar la producción de alimentos, con artículos como croquetas, jamonada de pollo y hamburguesas.
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