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Lord Byron y Santa Caliope: el caso de los dos cubanos muertos en Ayamonte, España

El hombre fue encontrado cuchillo en mano y su ex mujer empuñando un martillo, según la crónica de sucesos que alteró la habitual tranquilidad de “Costa Ezuri”.

Matrimonio cubano © El Español
Matrimonio cubano Foto © El Español

Este artículo es de hace 4 años

El odio es la demencia del corazón
Lord Byron

El reciente hallazgo de una pareja de cubanos muertos con signos de violencia en Ayamonte, Huelva (suroeste de España) ha teñido de crónica roja los medios de comunicación españoles, especialmente sensibilizados con los casos de violencia machista contra las mujeres, adonde apuntan todos los indicios.

El hombre fue encontrado cuchillo en mano y su ex mujer empuñando un martillo, según la crónica de sucesos que alteró la habitual tranquilidad de “Costa Ezuri”, una urbanización de playa en la costa atlántica de Huelva y donde sus vecinos, incluido el alcalde, se sobresaltaron con los gritos provenientes del chalet y la noticia, respectivamente.

Erasmo Lazcano, cubano de 53 años, se había reinventado en España, donde las fuentes consultadas aseguran no saber cómo ni cuando llegó. Escribía para el periódico Jornal do Algarve, región portuguesa limítrofe con Huelva, daba charlas y cursos sobre estilos de vida, incluida la no violencia y valores medioambientales; a partir de su anunciada profesión de Sociólogo y experto en temas humanos.

Lazcano había sido militar profesional en Cuba, donde se graduó en la Especialidad de Mando Táctico de Tropas Generales, tras cuatro años de estudios en academia militar, que compatibilizó con un curso específico para miembros del ejército sobre Ciencias Sociales.

Al terminar sus estudios no fue enviado a tropas, como es habitual, sino que se le designó en la Sección Política del Estado Mayor del Ministerio de las Fuerzas Armadas (FAR), donde se impregnó del espíritu del cuerpo hasta tal punto que el mando decidió vestirlo de civil y colocarlo en el Secretariado Nacional de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) con el pretexto de coordinar su Departamento Militar (CDR-FAR); pero su verdadera misión consistió en vigilar a Juan Contino, entonces máximo dirigente de la organización.

Raúl Castro había visto el ascenso de Roberto Robaina y sus “17 magníficos” con preocupación y, aunque nunca contradijo a Fidel en su política de cuadro, si se ocupó de sembrar gente suya en el entorno de la estrella en ascenso para estar informado del día a día y mover los hilos desde bambalinas, que es una de sus pasiones.

Sus compañeros del ejército y un ex dirigente de la UJC, que hablaron con CiberCuba bajo condición de anonimato, lo recuerdan como un hombre trabajador, disciplinado y extremista. “Era un talibán, pero entre nosotros disimulaba”, apuntó el ex miembro del Comité Nacional de la UJC, que también estuvo en Angola, con Lazcano, cuando Raúl Castro decidió que los dirigentes jóvenes cumplieran “misión internacionalista”.

Evidentemente, Lazcano evolucionó sociopolítica y humanamente con su madurez; pero en ningún caso fue una reacción emotiva al cese de Robaina y la caída en desgracia de su grupo, pues solía mofarse discretamente de “esos que se creen que han inventado un sistema político único para Cuba” y porque sabía la causa real del truene de Robertico, que nada tiene que ver con las bolas revolucionarias que propaló el Palacio de la Revolución.

Las fuentes dudan entre si llegó a alcanzar el grado de Mayor o de Teniente Coronel, pero aseguran que nunca fue Coronel, como sugirió Carlos Herrera, un conocido periodista español y amigo de Lazcano que, si se prueba que asesinó a su ex esposa y luego se suicidó, habría dejado huérfana a la hija de ambos de 4 años, protegida ahora y quizá desde la separación matrimonial por su abuela materna.

Algunos indicios apuntan a que Lazcano no habría podido superar el dolor por la separación que le pidió su esposa, una mujer cubana que regentaba una floristería en el centro de Ayamonte, circunstancia que demuestra su plena integración en España y en su entorno más cercano, que aún sigue conmovido con la muerte de ambos cubanos.

Para el psicólogo clínico Antonio R. Bassols, con consultas en Madrid y Barcelona, en los casos de violencia de género, normalmente del hombre hacia la mujer, son varios los aspectos que pueden ocurrir o incluso concurrir:

“Conceptos como ideaciones posesivas y/o de pérdida de control sobre la vida de la otra persona de la pareja, celotipias que suelen ser provocadas por propias inseguridades de quien comete el presunto delito, necesidades de mantener un status de poder sobre la pareja, unas excesivas necesidades de control y/o ideaciones paranoides sobre posibles actuaciones de la otra parte son las posibles causas que lleven a que se activen ciertos instintos que, a menudo, gobernados por el cerebro reptiliano pueden llevar al presunto/a agresor/a a cometer este tipo de actos poco gobernados por la razón.

Recordemos que el cerebro reptiliano es aquel más ancestral de "nuestros cerebros" y que suele activarse cuando la situación se identifica como de vida o muerte" , precisa el doctor Bassols.

El Juzgado de Instrucción número 3 de Huelva se ha hecho cargo del caso y ha decretado el Secreto del sumario; mientras se levanta el velo que cubre las pesquisas policiales del probable crimen pasional y pensando en el dolor que causa a propios y extraños, especialmente a sus familiares y esa niña de 4 años que tardará años en entender lo ocurrido; quizá valdría la pena sublimar el dolor pensando que Erasmo Lazcano, si se prueban los indicios, solo pretendió imitar a Lord Byron en aquella historia de que si ella no es para mí, que no sea para nadie…

En definitiva, Erasmo, que en griego significa amable y deseable; es probable que haya perdido hasta el nombre sobre las 8 de la mañana (hora peninsular española) del sábado 8 de junio de 2019, día de Santa Caliope, a la que cortaron los pechos, arrastraron sobre restos de vidrio y lapidaron por seguir a Cristo.

Quizá a modo de epitafio, Erasmo Lazcano dejó en su Facebook y envío al periodista y amigo Carlos Herrera el siguiente mensaje:

Vinimos para ganar, para sumar, no para perder y dividir lo poco que tenemos. Mira estas fotos. Y recuerda cuántas ilusiones, cuantos sueños, cuantos planes juntos. Y ahora, romper toda esa historia.

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Artículo de opinión: Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de CiberCuba.

Carlos Cabrera Pérez

Periodista de CiberCuba. Ha trabajado en Granma Internacional, Prensa Latina, Corresponsalías agencias IPS y EFE en La Habana. Director Tierras del Duero y Sierra Madrileña en España.


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