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Los dorsales más grandes del deporte (Número 7)

Para mí el '7' es Mantle, claro está. Garrincha y Juan Padilla lo acompañan.

El verdadero rey de los grandes batazos. © Twitter / MLB Photostore
El verdadero rey de los grandes batazos. Foto © Twitter / MLB Photostore

Este artículo es de hace 4 años

Voy con la séptima entrega de mi selección de los mejores dorsales del deporte. Antes del hueco, el parche: se trata de una lista muy personal mediada por preferencias que cultivé con transmisiones televisivas, en las gradas del estadio o a través de lecturas, documentales y películas biográficas.

7

MICKEY MANTLE

Si bateas 536 jonrones –incluido uno de 634 pies–, impulsas más de 1500 carreras y solamente seis hombres poseen un OPS+ mayor que el tuyo, seguramente acabarás con una placa en Cooperstown. Encima de eso, si a pesar de lesiones persistentes en las piernas eres capaz de tener éxito el ochenta por ciento de las veces que intentas robarte una base, entonces dirán que eres uno de los peloteros más completos de la historia. Y si, para colmo, adoras a las mujeres, te gusta beber y eres un Yankee del corazón al cielo, ya no me dejarás ninguna alternativa que no sea la de quererte para siempre.

Hall de la Fama. Tres veces MVP. Ganador de la Triple Corona en 1956. Dieciséis asistencias al Juego de Estrellas. Siete anillos de Serie Mundial. Considerado el mejor ambidextro de todas las épocas. Elegido al All Century Team de la MLB.

GARRINCHA

Cristiano es inmenso, pero no me llena. Bebeto fue tremendo y nunca tuvo plaza en mis altares. Beckham tenía una pierna portentosa. Raúl marcó a raudales. El ‘7’ es número de grandes futbolistas, y para probarlo están también Luis Figo, Griezmann, Cantona, Forlán, Butragueño, Villa, Ribery, ¡George Best!... No obstante, el mío es un moreno que sembraba regates en cada centímetro de pasto: seguramente el jugador que más feliz ha sido con la pelota en los botines. Los videos lo dicen: Garrincha siempre hacía el mismo amago; maravillosamente, siempre le funcionaba. Había sufrido de poliomielitis, era patizambo, su columna vertebral parecía una ‘S’, iba de juerga en juerga, pero sin él Brasil no habría podido coronarse en Chile’62 (a eso, póngale el cuño). Fiel a la leyenda negra de los genios, murió pobre.

Campeón del universo en 1958 y 1962. Terminó entre los líderes goleadores de este último Mundial. En las votaciones convocadas por la Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol para seleccionar a los más destacados del Siglo XX, quedó cuarto en Sudamérica y octavo en el planeta.

JUAN PADILLA

Lo mismo en Santiago que en La Habana, Pinar del Río, Villa Clara o Mozambique..., dondequiera que había un fanático al béisbol, había un admirador del gran segunda base que no dejó que ni siquiera la cercanía de Germán Mesa lo eclipsara. Tan bueno era su guante, tanta cosa bonita logró con aquellas manos mágicas, que algunos no reparan todavía en su eficacia para empuñar el bate. ¡Y era mucha!

Doble titular olímpico en 1992 y 1996. Tres veces campeón con Industriales (1986, 1992 y 1996) y una vez con La Habana (1990). En 17 Series Nacionales promedió .307 con 913 carreras impulsadas. Catalogado mayoritariamente como el camarero más defensivo de la pelota cubana.

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Michel Contreras

Periodista de CiberCuba especializado en béisbol, fútbol y ajedrez.


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