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Disidente de las FARC anuncia que vuelven a la lucha armada en Colombia

Iván Márquez, el que fue jefe del equipo negociador de la guerrilla colombiana en los diálogos de La Habana, reaparece para anunciar una "nueva etapa de lucha".

Iván Márquez leyendo el manifiesto © Noticias Caracol / Captura de vídeo
Iván Márquez leyendo el manifiesto Foto © Noticias Caracol / Captura de vídeo

Este artículo es de hace 4 años

El que fuera número dos de la guerrilla colombiana de las FARC, Iván Márquez, anunció este jueves a través de un vídeo que vuelven a la lucha armada en Colombia.

"Anunciamos al mundo que ha comenzado la segunda Marquetalia (lugar de nacimiento de las FARC hace más de medio siglo) bajo el amparo del derecho universal que asiste a todos los pueblos del mundo de levantarse en armas contra la opresión", aseguró Márquez.

En las imágenes se puede ver a Márquez, cuyo paradero se desconoce desde hace más de un año, acompañado por Seuxis Paucias Hernández, alias Jesús Santrich, y a Hernán Darío Velásquez, conocido como El Paisa, que hace meses dejaron de cumplir sus compromisos con la Justicia Especial para la paz (JEP).

En la grabación, Márquez explicó que el anuncio se produjo desde algún punto en la zona del río Inírida, situado en la región amazónica del sureste del país, cerca de las fronteras con Venezuela y Brasil, según un reporte de la agencia Efe.

En el manifiesto, que leyó y que tiene fecha del 29 de agosto de 2019, señaló que el objetivo no son soldados ni policías "respetuosos de los intereses populares", sino que será "esa oligarquía excluyente y corrupta, mafiosa y violenta que cree que puede seguir atrancando la puerta del futuro de un país".

"Una nueva modalidad operativa conocerá el Estado. Solo responderemos a la ofensiva, no vamos a seguir matándonos entre hermanos de clase para que una oligarquía descarada siga manipulando nuestro destino y se enriquezca cada vez más", afirmó.

"La trampa, la traición y la perfidia, la modificación unilateral del texto del acuerdo, el incumplimiento de los compromisos por parte del Estado, los montajes judiciales y la inseguridad jurídica, nos obligaron a regresar al monte", dijo.

Márquez durante más de cuatro años negoció en Cuba un acuerdo de paz entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el gobierno del expresidente Juan Manuel Santos para acabar un conflicto interno que ha dejado más de 260.000 muertos y millones de desplazados.

"Es la continuación de la lucha guerrillera en respuesta a la traición del Estado a los acuerdos de paz de La Habana. Nunca fuimos vencidos ni derrotados ideológicamente. Por eso la lucha continúa. La historia registrará en sus páginas que fuimos obligados a retomar las armas", aseguró.

Las disidencias, que mantienen el acrónimo FARC, explicaron que buscarán coordinar esfuerzos con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN).

Excluye el secuestro como fuente de financiación

Márquez afirmó que en la nueva fase del levantamiento de armas excluirán el secuestro como fuente de financiación y que dialogarán con empresarios, ganaderos, comerciantes para buscar su contribución económica, aunque mantendrán el cobro de recursos a las economías ilegales y a las multinacionales.

También anunció que lucharán contra la corrupción y la impunidad, se opondrán al uso de la fracturación hidráulica para explotar hidrocarburos y que buscarán la instalación de un nuevo gobierno que este a favor de la paz incluyendo una asamblea constituyente para impulsar los cambios políticos y sociales que necesita el país.

Por su parte, el presidente del Partido FARC, Rodrigo Londoño, más conocido como "Timochenko"; pidió en su cuenta de Twitter "no dar un paso atrás" para conseguir la paz.

"Las grandes mayorías seguimos comprometidos con lo acordado, aún con todas las dificultades o peligros que se avizoran, estamos con la paz", agregó en otro tuit.

"Más del 90% de exguerrilleros seguimos comprometidos con el proceso de paz", avisó.

El acuerdo de paz de 2016 permitió que más de 13.000 integrantes del grupo guerrillero, incluidos casi 7.000 combatientes, depusieran las armas, se reintegraran a la sociedad e incursionaran en la política.

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