Alrededor de veinte familias que habían ocupado por problemas de vivienda una antigua fábrica en Luyanó, La Habana, abandonaron este martes el inmueble, después de que las autoridades prometieran dar solución a sus problemas, informa Martí Noticias.
Entre ellas se encuentra María de las Mercedes Naranjo, madre de Yahaira, una niña con neuropatía sensitiva autónoma hereditaria tipo cuatro, una rara enfermedad cuyo caso es el único registrado en Cuba.
Este padecimiento provoca síndrome febril intermitente, anemia ferropénica, inmunodeficiencia combinada severa, epilepsia asintomática y retraso en el desarrollo psicomotor y del lenguaje.
Naranjo explicó que había tomado la decisión de ocupar la antigua fábrica, cansada de esperar por una vivienda que le entregaría el Gobierno municipal de Diez de Octubre, debido a la enfermedad de su hija.
Ahora la promesa llegaba nuevamente. “Pero eso yo lo vengo oyendo hace cinco años y nunca nos resuelven”, dice María de las Mercedes.
“La delegada de la asamblea popular habló ayer conmigo en la reunión y me dijo que le habían informado que le iban a dar un apartamento nuevo de dos cuartos a mi hija en la calle Porvenir, y estoy esperando a ver si es verdad”, añadió María Elena Carnesoltas, abuela de Yahaira.
Carnesoltas refirió que el techo de su vivienda presentaba filtraciones, y por lo tanto podría colapsar en cualquier momento.
La fábrica que ocuparon las familias estaba abandonada desde hace tres años. Juana Martínez, quien tiene un hijo con discapacidad, dice que las naves de este inmueble se pudieran habilitar y solucionar así el déficit de la gente que no tiene dónde residir o habitan casas deplorables alrededor.
En cambio, las autoridades les pidieron que abandonaran el lugar.
El año pasado, el gobernante cubano Miguel Díaz-Canel llamaba a continuar buscando locales estatales que pudieran transformarse en casas.
Recientemente, el Gobierno de la Isla anunció que eliminaría los subsidios a las viviendas construidas por el Estado, luego de que el mandatario declarara que planeaba entregar una casa diaria por municipio para mitigar la crisis habitacional.
A finales de 2016, la isla reportaba un déficit de casi 900.000 viviendas en todo el país, que a su vez contabilizaba un total de 3,8 millones de hogares, un fondo habitacional por lo general deteriorado y con problemas graves.
En 2018, luego de afectaciones climáticas, según informara Vivian Rodríguez, directora general de la Vivienda, a la televisión cubana, se necesitaban recuperar 929.695 casas, de las cuales había que construir unas 527.000 y rehabilitar otras 402.000.
Por esas fechas, la nación antillana vaticinaba superar para los próximos 10 años un déficit de cerca de un millón de viviendas.
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