La justicia de Cuba impuso una condena conjunta de ocho años de prisión para un hombre de Villa Clara que agredió a un policía en esa provincia a finales de marzo, en plena pandemia de coronavirus.
El Tribunal Municipal Popular de Quemado de Güines sancionó en un juicio oral por procedimiento abreviado al hombre de 60 años, que no fue identificado, por los delitos de atentado, desobediencia y propagación de epidemias, informa este miércoles el periódico estatal Vanguardia.
El juicio se celebró el martes en la sala primera del Tribunal Provincial de Villa Clara. El cubano se enfrentaba, además, a otros delitos como desorden público y portar arma blanca, según detalla en Facebook la periodista oficialista Minoska Cadalso, quien estuvo presente en el juicio.
Diez personas declararon contra el cubano, quien tiene 10 días hábiles para presentar un recurso de apelación ante la sala de los delitos contra la Seguridad del Estado en función de lo penal del Tribunal Provincial Popular de Villa Clara.
Los hechos ocurrieron el 31 de marzo, cuando la policía multó al hombre con 3.000 pesos por no usar el nasobuco en un cola de una una tienda en Quemado de Güines. Según el citado medio, el acusado fue trasladado a la estación de policía tras no cumplir con las indicaciones establecidas para detener la propagación del coronavirus.
El hombre fue a su casa por un machete y regresó a la unidad de policía para atacar a los agentes. "El agente logró detectar una silueta a sus espaldas, y por instinto se esquivó de inmediato cuando el hombre armado lo agredió. El ciudadano golpeó entonces con la parte plana del arma blanca a una mujer agente del orden que se encontraba allí", relata Vanguardia.
Villa Clara es la segunda provincia con mayor cantidad de casos (190) de coronavirus en Cuba, solo por detrás de La Habana, según la plataforma Cubadata. En el país hay 1.467 personas enfermas de la COVID-19, de las cuales 617 se recuperaron y 58 fallecieron, según los datos del Ministerio de Salud Pública.
En los últimos días la represión de la policía y fuerzas de seguridad en las calles de Cuba aumentó para controlar las colas. También incrementaron la persecución a los negocios ilegales, así como a los periodistas independientes y voces críticas durante esta crisis por el coronavirus.
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