Al menos 425 personas bajo custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) han sido confirmados con COVID-19 en los 22 centros de detención del país, informó ese organismo en su página oficial.
De acuerdo con la información publicada, se han realizado pruebas a un total de 705 detenidos, pero decenas de ellos están solicitando que los dejen en libertad o los devuelvan a sus países, porque temen contagiarse y morir a causa del nuevo coronavirus.
Se han infectado también 35 trabajadores asignados a los centros de detención y 89 trabajadores no asignados.
La instalación más afectada por el brote, con 84 casos, es el Centro de Detención Otay Mesa (San Diego, California). Le sigue la Instalación Federal de Detención de Buffalo (Batavia, Nueva York), con 49 detenidos enfermos; y el Centro Correccional Richwood (Monroe, Los Ángeles), con 45 infectados. En el Centro de Detención en Prairieland (Alvarado, Texas) hay 41 contagios confirmados.
Las autoridades de ICE dicen que están trabajando arduamente para evitar la propagación del virus dentro de los centros de detención, pero las cifras siguen en aumento, lo que ha generado una ola de reclamos por parte de las personas encarceladas.
El canal Univisión obtuvo declaraciones de algunos prisioneros, quienes exigen al ICE ser puestos en libertad o que los regresen a sus países por miedo al contagio.
Un hombre de origen cubano comentó desde el centro de detención en Louisiana, explicó que los migrantes allí detenidos están "pidiendo el derecho a la libertad y a la vida", pues temen morir en caso de contagio.
"Louisiana es uno de los estados más contagiados y con más muertes debido a esta pandemia”, aseguró el cubano, quien corre la misma suerte de cientos de migrantes de su país que esperan en esas instalaciones las resoluciones de sus casos de solicitud de asilo político.
Una mujer también detenida en Louisiana dijo a ese canal de televisión que en el centro donde se encuentra recluida "los días son muy largos y muchas veces nos acostamos llorando porque no somos criminales, somos inmigrantes que estamos en un proceso que podemos continuar en libertad", expresó.
Precisamente en ese territorio se produjo el pasado 20 de abril un motín que fue sofocado con gas pimienta, cuando "un grupo de detenidos se comportó de manera perturbadora y confrontacional" con el personal asignado en el área del albergue, lo que obligó a los custodios de la instalación actuar de forma violenta sin que se reportaran lesionados, reconoció el ICE en declaraciones a CiberCuba.
El ICE, que cuenta con 22 centros de detención en EE.UU. enfrenta desde el inicio de la pandemia el reto de prevenir la enfermedad en uno de los lugares más vulnerables, pues en estas instalaciones sobreviven hacinadas al menos 30.700 personas, que además permanecen deprimidas y ansiosas por su situación de incertidumbre migratoria.
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