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Ex espía cubano critica la escasez de carne en Estados Unidos

"La carne de res se ha convertido en un alimento para ricos en EE.UU. a causa de la pandemia", asegura el ex agente "Daniel" de la Seguridad del Estado.

Foto tomada el viernes en un supermercado de BJs del suroeste de Miami © Cibercuba
Foto tomada el viernes en un supermercado de BJs del suroeste de Miami Foto © Cibercuba

Este artículo es de hace 3 años

Vuelve el ex espía cubano Raúl Antonio Capote (confeso agente "Daniel" de la Seguridad del Estado) a travestirse de periodista para depositar un polémico artículo en el diario oficialista Granma.

Esta vez para hacerse eco de un reportaje de BBC Mundo, donde se asegura que grandes almacenes como Costco, o cadenas de supermercados norteamericanos como Kroger, Wegmans, Walmart, Food Lion o Sam's Club han establecido límites en la compra de productos cárnicos.

Tras confesar que no le gusta el jamón, Capote echa mano de su anecdotario personal.

"Un amigo de la infancia me dijo en una ocasión, con cara de circunstancia, que tenía que irse para Estados Unidos, porque en Cuba no había jamón. Aquello me pareció un dislate, pues a pocas cuadras de nuestra casa, en la cafetería El Potín, ofertaban unos sabrosos sándwiches de jamón y queso", cuenta el ex espía convertido en profesor de la Universidad Pedagógica "Enrique José Varona" y (aguántense), miembro de la Unión de Historiadores de Cuba.

"Ante mi asombro llamó a su papá, antiguo dueño de la carnicería del barrio, y este me preguntó: ¿Desde cuándo no vez (sic) colgada en la alacena de tu casa una pierna de jamón? Lo de alacena no lo entendí entonces, pero recordé la penca de bacalao que colgaba en la terracita de mi apartamento", prosigue.

Mucho parece haber llovido desde aquellos años de los dulces recuerdos del ex espía, empeñado en recordarle a los lectores del órgano oficial del Partido Comunista la época dorada en la que se vendían bocaditos de jamón en las cafeterías estatales y colgaban pencas de bacalao en los balcones del Vedado.

Para quienes puedan reprocharle su corta visión, recordemos que el autor del libro El Enemigo ya aseguró el año pasado que "es bello ser comunista, aunque cause dolores de cabeza".

Pero lo importante para la propaganda es usar datos sobre los problemas de personal en algunas plantas de procesamiento de carne norteamericanas para construir un bulo que coincida con los del medio ruso RT, campeón de la desinformación, o "información alternativa", como les dicen ahora a las fake news. La conclusión, de RT y de Capote: "la carne de res se ha convertido en un alimento para ricos en EE.UU. a causa de la pandemia".

"Muchos comercios experimentan un déficit de carne, las megaplantas operadas por Tyson Foods y Cargill producen un 40 % menos de carne de res y cerdo convencional, refiere RT. Las carnes especiales cuestan el doble o más, un ejemplo es la carne triturada orgánica, que se vende con un sobreprecio del 87 %. A su vez, las pechugas de pollo deshuesadas y sin piel son un 164 % más caras que las convencionales. Para muchos criadores de cerdos la situación se ha vuelto un grave problema. De acuerdo con estimados, la falta de procesamiento podría significar que tendrían que sacrificar 700 000 cerdos por semana", dice el articulista, obviando que el sacrificio del exceso de producción es un mecanismo habitual para mantener los precios.

"En ciudades como Chicago, Pittsburgh, San Antonio o Miami, entre otras, dice la BBC, se hacen habituales las larguísimas colas de personas que esperan su turno para recibir cajas de productos básicos", dice el propagandista, sin mencionar que se trata de entregas gratuitas.

Esta semana, la periodista oficialista Irma Shelton aseguró en el noticiero del mediodía de la televisión cubana que en "los países neoliberales" comienza a escasear la comida y aumentan las colas para bancos de alimentos.

Poco después, cubanos residentes en Estados Unidos, España y otros muchos países respondieron a la periodista con un reto en línea, el #IrmaChallenge, donde suben imágenes de los mercados llenos de alimentos, sus platos de comida, neveras y de las colas y la escasez que sí hay en Cuba en plena pandemia de coronavirus.

A finales de abril, Capote ya ejerció de alabardero del régimen repitiendo en Granma los tópicos de la propaganda oficial contra el periodismo independiente cubano, criticando el último informe de Reportero Sin Fronteras sobre la situación de la prensa en la isla y asegurando que "la llamada «libertad de prensa», fundamentada en el libre mercado y la propiedad privada de los medios de comunicación social, constituye uno de los más grandes embustes del capitalismo".

Por lo visto, va camino de sobrecumplir su norma de deposiciones anuales en los medios oficialistas.

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Ernesto Hernández Busto

Periodista y ensayista cubano. Fundador del sitio Penúltimos Días.


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