El opositor cubano Leudys Reyes Cuza, miembros del Frente de Acción Cívica Orlando Zapata Tamayo (FAC OZT), salió en libertad esta semana de la prisión del Combinado del Este, en La Habana, aunque aún tiene un juicio pendiente.
Reyes fue detenido en diciembre pasado y acusado de los delitos “de desorden público reiterado y desacato”, según reveló en declaraciones al portal web Martí Noticias.
“Después de siete meses de encierro y represión, se me acercaron y me informaron que iba para la calle con el cambio de medida cautelar, pendiente a juicio, y que debía pagar una fianza de 500 pesos”, relató.
El activista político fue detenido en 2019 mientras trabajaba como cuentapropista en el área conocida como La Cuevita, en San Miguel del Padrón.
Fue uno de los 106 opositores políticos cubanos que recibieron el 2020 en las cárceles de la isla.
En aquellos días él y sus compañeros de la organización opositora habían realizado varias protestas por los derechos de los trabajadores por cuenta propia.
“Se presentó un operativo muy grande de la Seguridad del Estado donde yo trabajaba, me arrestaron y me acusaron de desórdenes públicos reiterados”, precisó.
Durante estos meses el disidente ha pasado por varios penales: el Vivac, en Arroyo Naranjo; la cárcel de Valle Grande y finalmente en enero fue trasladado al Combinado del Este.
En este periodo de encierro ha protagonizado varias protestas “y por esa razón me llevaron a celdas de castigo”, detalló.
En el Combinado lo ubicaron en el área donde están los reos pendientes de juicio, un lugar que calificó de “horrible”.
“Es pésima la higiene y escasean el agua y los artículos de aseo personal”, describió.
Reyes Cuza es uno de los más de 130 presos políticos cubanos que han pasado la etapa más dura de la pandemia de coronavirus en la prisión, pese a los reclamos de diversas organizaciones defensoras de los derechos humanos.
Acerca de la situación sanitaria en la cárcel, denunció que los presos no disponen de suficiente hipoclorito para la limpieza y que hay un nivel de hacinamiento tal que el distanciamiento social que exigen los especialistas de la salud es imposible de cumplir.
El opositor es uno de los primeros en ser liberados, tras la prohibición por parte del gobierno de las visitas familiares a los reclusos, como forma para evitar el contagio del virus en las instalaciones penitenciarias.
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