Robert O'Brien, asesor de Seguridad Nacional del presidente estadounidense Donald Trump, dio positivo a las pruebas de coronavirus y de momento ha manifestado “síntomas leves”, según un comunicado de prensa desde Washington.
“Tiene algunos síntomas y ha sido separado. Está trabajando desde una ubicación segura fuera de la Casa Blanca”, informa la Casa Blanca.
“No hay riesgo alguno de exposición al presidente o al vicepresidente”, aclara, refiriéndose al riesgo de contagio que también podría existir para Mike Pence.
De acuerdo con el portal Bloomberg, donde se dio a conocer la noticia, el asesor, de 54 años, es la persona más cercana al presidente dentro de la administración en contraer el virus originado en la ciudad china de Wuhan.
Por tal motivo, ha estado fuera de la oficina desde fines de la semana pasada. Se presume que fue contagiado mientras se tomaba unos días libres del trabajo y pasaba tiempo con su familia. Un pariente en edad universitaria que comenzó a desarrollar síntomas, pudo haberle trasmitido el virus, dijeron personas cercanas al asesor.
Además, O'Brien regresó recientemente de Europa, donde él y su principal adjunto se reunieron con funcionarios del Reino Unido, Francia, Alemania e Italia. Durante el viaje estuvo acompañado por agentes del Servicio Secreto, empleados y múltiples reporteros. En las imágenes se observa al asesor sin practicar el distanciamiento social ni usar una máscara, relata CNN.
Desde que fuera diagnosticado, O'Brien ha estado aislándose en su hogar dirigiendo todavía el Consejo de Seguridad Nacional, haciendo la mayor parte de su trabajo por teléfono, relataron otras fuentes que pidieron no ser nombradas.
Ex abogado y negociador de rehenes, O'Brien fue elegido para el cargo en septiembre de 2019, una semana después de que Trump despidiera a John Bolton en medio de desacuerdos sobre cuestiones de política exterior.
Anteriormente, un asistente personal de Trump y el secretario de prensa de Mike Pence habían dado igualmente positivo al coronavirus. Los asesores de la Casa Blanca y todo el personal cercano a Trump es testeado por COVID-19 a diario, indicó el gobierno.
El propio Trump ha comenzado a mostrar públicamente indicios de preocupaciones por el número creciente de contagios y muertes en el país a causa de la enfermedad, cuyos efectos había minimizado con anterioridad.
En días recientes, canceló abruptamente las actividades de la Convención Nacional Republicana programadas para agosto en Jacksonville, Florida, alegando inquietudes por el brote. También comenzó a promover el uso de máscaras para frenar la propagación, después de restar importancia a la necesidad de llevarlas.
“Les pedimos a los estadounidenses que usen mascarilla, mantengan las distancias y practiquen una higiene vigorosa (...). Les pedimos a todos que, cuando no sea posible mantener las distancias, usen mascarillas, consigan mascarillas”, dijo el mandatario hace unos días en conferencia de prensa.
Kimberly Guilfoyle, novia del hijo mayor de Trump, y principal funcionaria de recaudación de fondos de la campaña, dio positivo al coronavirus antes de un viaje al monte Rushmore a principios de este mes. Asimismo, varios agentes del Servicio Secreto y personal de la campaña dieron positivo después de infectarse mientras se preparaban para el mitin del presidente en Tulsa desarrollado en junio.
En Estados Unidos, se reportan más de 4,2 millones de casos confirmados de coronavirus y casi 147 000 muertes, revelan los datos de la universidad Johns Hopkins.
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