El ministro cubano de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca Díaz, expresó que el valor esencial de la Presidencia pro tempore de Cuba en la CEPAL ha sido impulsar los objetivos de lograr un mundo sin pobreza y sin hambre.
En su discurso de bienvenida al 35 Período de Sesiones del Comité Plenario de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el ministro cubano aseguró que ha sido un orgullo para Cuba ocupar la Presidencia pro tempore desde el 2018.
“Consideramos que el valor esencial de nuestra Presidencia ha sido impulsar, a través de un diálogo franco y abierto, los objetivos compartidos de lograr un mundo sin pobreza y con hambre cero”, indicó Malmierca.
Los cubanos que han escuchado o leído estas palabras suelen quedar atónitos pues Cuba ha intentado impulsar durante dos años en la CEPAL algo que ha sido incapaz de cumplir durante los últimos 60 años en su territorio nacional.
Las colas para comprar pollo por toda la isla, la desaparición de productos básicos de la cocina cubana, la falta de leche, cárnicos e incluso frutas tropicales en la dieta de los ciudadanos son un indicio del problema que significa encontrar lo elemental comer para cada día en Cuba.
Otro de los elementos que destaca Malmierca en su discurso es el acceso a los servicios de salud universales en los Estados miembros de la CEPAL, argumento que el gobierno cubano usa frecuentemente para acordar contratos de brigadas médicas como los establecidos desde que surgió la pandemia del coronavirus.
En este tipo de contratos debemos recordar que los médicos cubanos cobran un bajo porciento, parte del salario se retiene y sus libertades de movimiento en los países en que trabajan están restringidas, por lo que los servicios médicos cubanos en el exterior han llegado a considerarse nuevas formas de trabajo forzado.
El ministro cubano se refirió además al trabajo de Cuba por el objetivo de lograr acceso de cada niño de los Estados de la CEPAL, a un sistema de educación que contribuya a cerrar las profundas brechas existentes que arraigan la desigualdad.
Sin embargo, no mencionó las carencias que sufren los niños en Cuba no solo de productos de primera necesidad, sino también de materiales escolares y el detrimento de la calidad del sistema educativo cubano.
“Trabajamos por una sociedad más justa y un sistema de relaciones internacionales más equitativo”, señaló Malmierca refiriéndose al “valor esencial” de la presidencia pro tempore de Cuba en la CEPAL, pero una vez más olvidó ejemplificar cómo Cuba logra internamente estos objetivos.
El ministro se saltó mencionar la dolarización de la economía cubana y la profunda brecha de desigualdad que crea en la población las nuevas tiendas en MLC, que dicho sea de paso tampoco resuelve, al menos de momento, las necesidades de quienes pueden acceder a ellas.
Ciudadanos cubanos denuncian que ya en las tiendas en MLC tampoco se encuentran artículos que necesitan, tienen que hacer las mismas colas y encima deben pagar los productos a precios inimaginables y todo es diseñado y sustentado por el Estado cubano.
Malmierca concluyó su discurso ofreciendo la experiencia de Cuba en materia de Cooperación Sur-Sur y en diferentes sectores como la educación, el deporte, la cultura y particularmente, ante la compleja situación epidemiológica internacional, nuestros servicios de salud lo que podría interpretarse como un singular recordatorio de un servicio disponible.
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