El Consejo Laboral Central de Sacramento, capital de California, pidió este lunes ayuda médica cubana para enfrentar la pandemia de la coronavirus que ha dejado casi seis millones de contagiados y más de 177 mil muertos en Estados Unidos, según anunció en Twitter el embajador cubano en Estados Unidos, José Ramón Cabañas.
La organización, que representa a 170 000 trabajadores de 90 sindicatos ubicados en seis condados de California (Sacramento, Yolo, Amador, El Dorado, Placer y Nevada), también llamó al Congreso norteamericano a suspender las sanciones económicas y de viajes contra el gobierno cubano.
El texto añade que 50 países han solicitado ayuda a la brigada, y que más de dos mil trabajadores cubanos de la salud prestan servicios en una treintena de naciones en el enfrentamiento a la enfermedad provocada por el coronavirus Sars-Cov-2.
Además, sostiene que Cuba ofrece regímenes de tratamiento para pacientes y protocolos de prevención para trabajadores de la salud, incluido su fármaco Interferón Alfa 2B Recombinante, que Cuba presenta como una posible ayuda en la cura del virus.
En abril, un artículo publicado en la prestigiosa revista Cell detallaba el estudio realizado por un equipo de investigadores liderado por José Ordovás-Montañés, un investigador del Boston Children’s Hospital y la Escuela de Medicina de Harvard, donde se cuestionaba el efecto del interferón en enfermos de coronavirus.
La resolución sindical, fechada el 20 de agosto, llama al Departamento de Salud Pública del estado de California a explorar colaboraciones con la isla para enfrentar conjuntamente la pandemia, incluido el inicio de la transferencia de conocimientos sobre los métodos de prevención aplicados por las autoridades de la salud pública en la isla.
También establece que el Consejo Laboral Central de Sacramento se comunique con Ayuntamientos y Juntas de Supervisores dentro de su jurisdicción para apoyar este documento y aprobar resoluciones similares.
La organización californiana es uno de los casi 500 consejos laborales estatales y locales que forman parte de la AFL-CIO, la mayor federación de sindicatos de Estados Unidos.
El mes pasado, la Junta de Supervisores de San Francisco, también en California, aprobó una resolución que solicita la colaboración médica y científica con Cuba en la lucha contra el coronavirus y solicitaba de forma oficial a las autoridades de Estados Unidos facilitar la entrada a ese país del interferón producido en Cuba por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB).
En Estados Unidos residen actualmente cientos de médicos de la Isla que abandonaron misiones en otros países por las condiciones en las que el régimen les obliga a trabajar.
El Gobierno norteamericano mantiene desde hace tiempo la acusación de que las autoridades cubanas someten a trabajo forzoso a los médicos de sus misiones en el extranjero, afirmación fundamentada en las denuncias de un creciente número de profesionales sanitarios cubanos en los últimos años y en la evidencia de que Cuba paga al personal satinario menos del 70% del salario pactado con los diferentes países que contratan sus servicios.
El Informe anual del Departamento de Estado sobre la Trata de Personas de este año mantuvo a Cuba en el nivel 3, por el incumplimiento de los estándares mínimos contra el trabajo forzoso.
El Gobierno cubano ha aprovechado la crisis del coronavirus para exportar sus servicios médicos a una treintena de países.
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