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"Hasta que el edificio no se caiga y haya muertos no van a aparecer los albergues" en Cuba

Yudith Tangui vive en un inmueble declarado en peligro de derrumbe en Santo Suárez (La Habana) y desde el Gobierno de su municipio llevan 20 años diciéndole que no pueden hacer nada por ayudarla porque no hay presupuesto.

Yudith Tangui, en su casa, en riesgo de derrumbe, en Santo Suárez © CiberCuba
Yudith Tangui, en su casa, en riesgo de derrumbe, en Santo Suárez Foto © CiberCuba

Este artículo es de hace 3 años

Yudith Tangui tiene 42 años y vive en un edificio declarado inhabitable, irreparable y en peligro de derrumbe, ubicado en el número 16 de la calle San Francisco de Asís, entre Lacret y Centurión, en Santos Suárez (10 de Octubre, La Habana). Sin embargo no ha conseguido que la reubiquen en algún otro lugar. Hasta ahora, la única respuesta clara se la han dado en la Dirección de Albergues de La Habana: "Nos dijeron que hasta que no se caiga y haya muertos no van a aparecer los albergues", comenta a este diario.

El inmueble, construido hace más de 100 años, lleva dos décadas dando señales de que su vida útil llega a su fin. Durante todo ese tiempo, la familia de Yudith Tangui se ha puesto en contacto con las autoridades de Vivienda de su municipio, pero la respuesta ha sido siempre la misma: que no están en el presupuesto del Estado para la reparación del inmueble.

"Hemos enviado cartas al Consejo de Estado. Nos hemos dirigido en numerosas ocasiones al Gobierno, al Partido Comunista de 10 de Octubre, a la Dirección Provincial de la Vivienda, a la Atención a la Población de la Asamblea Nacional y a la Dirección de Albergues Municipal".

"Lo hemos planteado en todas las Asambleas de Rendición de Cuentas, con todos los delegados que han pasado por aquí y la respuesta de todos fue que no entramos dentro del presupuesto del Estado para la reparación del edificio. Año tras año, durante 20 años, hemos hecho todas estas gestiones", añade a CiberCuba.

Cuando pasó el tornado, que devastó gran parte de La Habana en enero de 2019, la familia de Yudith Tangui no fue incluida como afectada, pese a que el viento les tumbó ventanas y un pedazo de techo de uno de los cuartos de la vivienda.

Yudith Tangui vive en el apartamento 3, pero no es la única habitante del edificio. En ese inmueble residen también cuatro menores de edad y personas mayores. "Todos vivimos de un salario. Somos trabajadores de Salud Pública y de otras entidades del Estado. Somos ciudadanos de este país y nos ignoran, como si la vida de nosotros no valiera nada. Somos seres humanos. Pedimos que se nos tenga en cuenta, que no nos ignoren más", comenta a CiberCuba.

Otro caso en Habana Vieja

Su caso no es excepcional. En la misma situación está Gretel V. Machado cuya casa, ubicada en la calle Corrales 501, entre Indio y San Nicolás, en el barrio de Jesús María, en La Habana Vieja, se derrumbó el 5 de julio de este 2020, a las 3:40 pm; dejó herido a su marido y casi mata a su hija menor de edad, que en el momento del siniestro salía del cuarto que se vino abajo.

Desde entonces, permanece en acogida en el puesto de mando del Gobierno, una especie de centro de riesgos, donde llegan todos los partes de derrumbes que se producen en La Habana. Allí pernoctan hasta hoy en condiciones precarias.

Tan harta está de permanecer en ese sitio, sin que la reubiquen definitivamente, que asegura a CiberCuba que este martes le dijo a las personas del Gobierno que llevan su caso "por conflictiva", que iba a irse con sus hijos a su casa derrumbada, sin techos, ni camas. "O me matan las paredes o me mata la COVID--19", señaló por WhatsApp a este diario.

"Me han dicho que voy a ser procesada si hago eso. Prefiero hacer una locura y nos matamos todos. El sábado 29 de agosto entregaron casas y no sé por qué no me resolvieron una a mí", señala.

En el lugar donde permanecen acogidos, su niño, que tiene problemas respiratorios, se ha enfermado dos veces. "Yo me entrevisté con la primera secretaria de Partido Comunista de Cuba el 19 de julio y no han hecho nada, ni los colchones, ni los televisores, ventiladores, nada, ni la propuesta que me hicieron de irme para un municipio. Yo sugerí Cerro, por el hospital o cerca del pediátrico de Centro Habana y nada", cuenta a CiberCuba.

"Esto es una mafia y todavía tienen cara de hablar de los Estados Unidos, cuando ellos están actuando peor", concluye.

La vivienda, un sector en crisis

Al cierre de 2016, antes de que el huracán Irma azotara la Isla en 2017 y de que un tornado arrasara parte de La Habana en 2019, el propio Estado reconocía que el déficit de viviendas en el país rondaba los 880 000 inmuebles.

Este 26 de agosto de 2020, el Gobierno cubano reconoció que la tormenta tropical Laura afectó a más de 2 000 viviendas en la Isla, pero este número amenaza con ir a más porque el propio gobernante Miguel Díaz-Canel admitió que "no es el número final".

También reciente es la radiografía de la vivienda en Cuba hecha por el propio ministro de la Construcción, René Mesa Villafaña en mayo de este 2020. Según dijo, en la Isla hay 122 072 casas con piso de tierra y 9611 cuarterías. De estas últimas, sólo se repararán este año 413. Las previsiones de construcción de inmuebles en todo el país no llegará en este ejercicio a 60 000.

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Tania Costa

(La Habana, 1973) vive en España. Ha dirigido el periódico español El Faro de Melilla y FaroTV Melilla. Fue jefa de la edición murciana de 20 minutos y asesora de Comunicación de la Vicepresidencia del Gobierno de Murcia (España)


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