Un grupo de 16 Senadores Republicanos norteamericanos encabezados por Tom Thillis, senador por el Estado de Carolina del Norte, han presentado un Proyecto de Ley que consideraría los atentados a las fuerzas policiales como un delito federal.
La iniciativa, conocida como Ley Proteger y Servir, crearía sanciones federales y penas de hasta 10 años de prisión para aquellos que deliberadamente ataquen con violencia a los agentes del orden público, sean de la policía local, estatal o federal.
El proyecto de ley también contemplaría la posibilidad de penas de cadena perpetua para casos de secuestro o muerte de un oficial de la policía.
La iniciativa ha tenido una favorable acogida entre sindicatos de la policía y diversos organismos de las fuerzas del orden.
La Orden Nacional Fraternal de Policía saludó la iniciativa del grupo de senadores, incidiendo en un comunicado en ciertos datos que este órgano considera importantes. En ese sentido, indicó que el 18% de los oficiales abatidos por disparos en 2019 murieron como resultado de una emboscada, es decir, actos deliberados contra ellos.
“El Congreso debe actuar y actuar ahora para abordar la terrible violencia dirigida a nuestros agentes del orden público”, señala el comunicado de esta Orden. “Esto enviaría una fuerte muestra de apoyo para los hombres y mujeres en la línea de fuego y un mensaje claro para aquellos que buscarían hacerles daño”.
Por su parte, la Asociación Nacional de Organizaciones Policiales (NAPO) manifestó que “la Ley Proteger y Servir establecería nuevas disposiciones penales para ataques dirigidos deliberados y violentos a agentes. Este proyecto de ley es fundamental, ya que existe una tendencia seria y creciente de ataques armados contra los agentes del orden”.
Según un informe de marzo de 2020 de la Oficina de Servicios Policiales Orientados a la Comunidad (COPS), en 2019 “273 agentes recibieron disparos en el cumplimiento del deber, de los cuales 44 agentes murieron a causa de sus heridas y 229 sobrevivieron”. Del total de estos ataques, “87 oficiales recibieron disparos y 14 murieron en emboscadas o asaltos premeditados y calculados”.
En su comunicado la NAPO asegura que “ha estado luchando durante mucho tiempo para establecer penas más estrictas para aquellos que dañan o apuntan a dañar a los agentes del orden”.
En ese sentido, “cualquier persona que esté contemplando dañar a un oficial debe saber que enfrentará serios castigos”, subraya el comunicado, incidiendo en que “el aumento de las penas marca diferencias importantes en las actitudes de los delincuentes hacia los agentes de seguridad pública y garantiza la protección de la comunidad”.
Entre las agrupaciones que apoyan esta iniciativa, se encuentra la Asociación Federal de Agentes de la Ley (FEOA). Para esta asociación, “la reciente serie de ataques contra agentes de la ley ha sido violenta y mortal. En toda nuestra nación, hemos visto protestas por la justicia social cooptadas por violentos disturbios y destrucción”.
Para la FEOA, en los últimos tiempos se han visto “grupos coordinados de individuos atacar a los agentes del orden que, en muchos casos, simplemente están en su lugar para proteger a los manifestantes. Podría decirse que lo más atroz de esta violencia ha sido el ataque descarado de agentes del orden para asesinarlos, que en gran parte han sido recibidos con ambivalencia por muchos sectores de la sociedad. Es por eso que apoyamos firmemente la introducción de la Ley Proteger y Servir".
Según las estadísticas ofrecidas por el FBI, 89 agentes de la ley murieron en 2019 en incidentes ocurridos mientras desempeñaban su trabajo. De estos, 48 oficiales murieron como resultado de actos delictivos y 41 agentes murieron en accidentes.
Asimismo, el Instituto para la Seguridad de las Fuerzas del Orden, informa que, en lo que va de 2020, 36 agentes han muerto en hechos relacionados con armas de fuego, 34 en accidentes de tráfico y 28 por otras causas.
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